La polémica por los comentarios racistas de una dama de honor de la reina llega en el peor momento para la familia real británica, que busca modernizar su imagen tras las acusaciones del príncipe Enrique y la próxima publicación de sus memorias potencialmente explosivas.
El príncipe Guillermo, de 40 años, hermano mayor de Enrique y heredero al trono británico, tuvo que desprenderse el miércoles de una de sus tres madrinas después de que Susan Hussey, de 83 años, hiciera comentarios ofensivos a una británica negra durante una recepción la víspera en el Palacio de Buckingham.

Su padre, Carlos III, precipitó la dimisión de Hussey, que fue durante seis décadas dama de honor de la reina Isabel II y una de sus ayudantes de más confianza, además de amiga del nuevo monarca, de 74 años, quien la designó para acompañar a su esposa, la reina consorte Camila.
Cuando Hussey empezó a preguntar ofensivamente sobre sus orígenes a la activista Ngozi Fulani, nacida y criada en el Reino Unido, esta asegura que intentó darle el beneficio de la duda.

«Pero pronto entendí que no tenía nada que ver con su capacidad de comprensión», explicó el jueves a la radio de la BBC.
Hussey preguntó repetidamente a Fulani de dónde era «realmente», negándose a aceptar su explicación de que era británica.
«Intentaba realmente que renegase de mi nacionalidad británica», denunció Fulani, mientras muchos otros británicos de color compartían experiencias igualmente denigrantes en redes sociales y medios tradicionales.