«En términos de cifras, nos preparamos para unos 500.000 nuevos refugiados en la región. Se trata del escenario más pesimista», declaró Kelly Clements, Alta Comisionada adjunta de la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), al presentar el plan regional de preparación e intervención para los refugiados afganos.
«No hay que olvidar que más de 2,2 millones de afganos ya están en Irán y Pakistán, y que huir a veces no sólo es el último recurso, sino también la única opción que tiene la gente para sobrevivir y disfrutar de los derechos humanos más fundamentales», añadió.
Irán y Pakistán también albergan a otros 3 millones de afganos con diversos estatutos, incluidas muchas personas indocumentadas, según ACNUR.
Este plan prevé una convocatoria de fondos de 299 millones de dólares (254,4 millones de euros) para financiar este año las actividades de diversos organismos de la ONU, incluidos el programa ACNUR, el Programa Mundial de Alimentos y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), así como las ONG con las que trabaja Naciones Unidas.
«Un financiamiento mayor e inmediato nos permitirá establecer reservas de suministros de socorro y estar preparados para una intervención de emergencia», dijo Clements.
«Aunque no hemos constatado ninguna salida significativa de afganos en este momento, la situación en Afganistán ha evolucionado más rápido de lo que cualquiera habría previsto. Por eso debemos estar preparados para enfrentar cualquier eventualidad«, insistió.
Más de 558.000 afganos se han visto obligados a desplazarse dentro de Afganistán este año, uniéndose a los 2,9 millones de afganos que se estima que ya eran desplazados internos en todo el país a finales de 2020, según ACNUR.
«Sabemos que el aumento de la inseguridad y la violencia han provocado el desplazamiento (interno) de más de medio millón de afganos solo este año, el 80% de los cuales son mujeres y niños« ,dijo Clements.