La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, señaló que el aumento de contagios y hospitalizaciones se debe a la baja de las restricciones en países de América, donde ya se registra una tercera o cuarta ola de la pandemia, y aunque ya existen vacunas contra la COVID-19, las dosis son limitadas y no impedirán la transmisibilidad del mortal virus.
«Tenemos que recordar todo lo que hemos aprendido sobre lo peligroso que es este virus y lo que podemos hacer para detenerlo», reiteró Etienne, señalando que las aglomeraciones, reuniones «bajo techo» y el tráfico de personas sin el uso de mascarillas es cada vez más frecuente.
Los nuevos casos y las hospitalizaciones se han disparado en comparación con el año pasado, de acuerdo con Etienne, cuando aún no existía ninguna vacuna disponible.
«Hay que recalcar que las vacunas no van a detener la ola de la pandemia. Simplemente no existen suficientes dosis de vacunas en este momento para proteger a todas las personas…Hay que detener las transmisión con las herramientas que tenemos a la mano», reiteró la representante de la OPS haciendo énfasis en las medidas de bioseguridad que se impusieron desde el principio de la pandemia: Uso de mascarilla, distanciamiento físico y evitar las reuniones.
«Los países pudieron reducir las infecciones el año pasado antes de contar con cualquier vacuna en el mercado», aseguró.
La responsabilidad es compartida con líderes de los países y las poblaciones para frenar los contagios que hasta ahora llegan a 138 millones y 2.97 millones de fallecidos.
Etienne sostuvo que es importante seguir aplicando la vacuna AstraZeneca en los países en los que está disponible «casi 200 millones de personas en el mundo la han recibido y los informes de efectos adversos son poco frecuentes», aclaró.
«Estas vacunas pueden salvar su vida y las vidas de sus amigos y familiares», insistió.