Un grupo de cinco pandilleros de la 18 de Apopa vinculados al homicidio de dos hermanos en el río Acelhuate, fueron condenados a penas de hasta 15 años y seis meses de prisión por el Juzgado Especializado de Instrucción C de San Salvador.
En la vista pública, la Fiscalía General de la República acusó de homicidio agravado y agrupaciones ilícitas, pero en el fallo emitido la jueza modificó el primer delito y lo calificó como una privación de libertad ya que los cuerpos de las víctimas no fueron encontrados.
Si bien un testigo criteriado que el ministerio público presentó confirmó que junto a José Ángel del Cid Henríquez cometió el doble crimen, no existe evidencia sobre levantamiento de cadáver y autopsia, elementos claves para acusar por homicidio.
En la decisión judicial la condena mayor fue para José Ángel del Cid Henríquez, 10 años y seis meses por privación de libertad y cinco por el delito de agrupaciones ilícitas.
A Jonathan Alexander Gracias Fuentes, Andrés David Hernández Guzmán, y Dilmer Javier Delgado Rodríguez, la jueza también les impuso cinco años por el mismo delito; mientras que Carlos Antonio López Murcia recibió tres.
A los cinco mareros el juzgado les aplicó las penas de tres y cinco años por agrupaciones ilícitas aplicándoles el artículo 345 del Código Penal derogado, ya que con las reformas la sanción aumento de 20 a 30 años para los colaboradores y miembros activos.
Los cinco condenados de la pandilla 18 estuvieron delinquiendo en 11 colonias del municipio de Apopa y son parte de un grupo de 89 terroristas que según el criteriado se reunían en la zona para intercambiar información y planificar homicidios y venta de droga.
Según el testigo las diversas clicas de esa pandilla tenían el dominio en todas las etapas de Popotlán y Valle Verde, Praderas y otras del sector, mencionó la distribución de funciones que tenía cada uno de los pandilleros de acuerdo a su rango en la estructura.
En cuanto al doble homicidio que fue calificado como privación de libertad por no haberse encontrado los cuerpos, el criteriado manifestó que lo cometieron el 18 de noviembre del año 2018.
Los jefes de varias clicas se reunieron para planificar asesinar a un sujeto que era jefe de una banda criminal por haberse negado a colaborar con la pandilla.
Previo al crimen le pidieron que les colaborara con dinero y otros recursos, pero como se negó le ordenaron que dejara la colonia Valle Verde 1 y se fuera de la zona, pero solo se trasladó a Valle Verde 3.
Por no haber cumplido la orden de la pandilla de salir de la zona un día lo esperaron y tras privarlo de libertad junto a su hermano los asesinaron, hasta la fecha no saben dónde los enterraron.