Si aun no sabes dónde disfrutar este último día de vacación, el Centro Recreativo Atecozol, en Izalco, Sonsonate, es una gran opción para deleitarte en familia, con amigos o en pareja. El nombre del lugar proviene del náhuat y significa «cuna del señor de las aguas». Fue fundado durante la administración del coronel Óscar Osorio, en 1956.
El centro recreativo tiene 34 manzanas de extensión, pero están abiertas al público solo 24, donde se puede encontrar canchas de básquetbol, de fútbol, juegos infantiles, una réplica de juego de pelota maya, un centro demostrativo del bálsamo (ya que en la zona predomina este árbol y donde se explica cómo es la extracción del oro negro salvadoreño).
Entre los atractivos que los turistas pueden disfrutar se encuentran ocho piscinas de agua natural, cinco de ellas son para niños.
Además, cuentan con 34 cabañas para uso familiar y popular. Los precios de estas rondan los $4 y se dejan $ 6 de depósito. Si se prefiere, se puede hacer uso de los casilleros sin costo alguno, solo basta mostrar el tiquete de ingreso.
La alimentación tampoco es problema alguno, ya que está permitido el ingreso de alimentos, aunque la mayoría de visitantes prefiere deleitarse con el platillo principal que venden los diversos merenderos: la sopa de gallina india, la cual se puede comprar de manera individual o en combo para seis personas. El precio ronda los $22.
Atecozol posee en su interior siete merenderos, un restaurante y diversas áreas donde se ofrecen antojitos como papas, pupusas, yuca, atoles, minutas y derivados de elote.
Este centro recreativo se encuentra ubicado a 58 Km, al poniente de San Salvador y a 600 metros de la ciudad de Izalco. Para llegar, si viajas en bus, deberás tomar la ruta 205, en la Terminal de Occidente, en San Salvador. Esta te lleva hacia Sonsonate, pero deberás bajarte en Izalco y luego abordar la ruta 53 urbana, que te llevará directo a Atecozol.
El costo de entrada general es de $1.50. Los niños menores de seis años y mayores de 60 años entran gratis. El pago de estacionamiento para vehículos livianos es de $1 y vehículos pesados pagan $2.
El horario de atención es de lunes a domingo de 8 a. m. a 4 p. m.
CENTRO RECREATIVO Y ANCESTRAL
Atecozol no solo es reconocido por sus piscinas de aguas naturales, también está catalogado como un lugar ancestral, ya que posee diversos vestigios culturales y obras del escultor nacional Valentín Estrada, quien ha rendido homenaje a personajes y leyendas como «La Cuyancúa», «Atonal, cacique de Acajutla», «Tlaloc, dios de las lluvias», «La poza del padre» y un temazcal, entre otras.
La administradora del centro recreativo, Carolina Gómez Musun, nos explicó algunas.
Juego de pelota maya. Dentro de Atecozol existe una réplica de un posible juego de pelota maya que se cree tuvo una connotación religiosa con diferentes contextos espirituales y donde posiblemente se realizaban sacrificios. Según la creencia de algunos ancestros, con el juego de pelota se garantizaba la vida y la fertilidad de la tierra, además de la abundancia de las cosechas.
El dios Tlaloc. Hay una escultura ubicada frente a la piscina principal, que pareciera la está cuidando. Tlaloc fue el «dios de la lluvia», deidad de los cerros, del agua y de la fertilidad. Según la mitología, este dios regía sobre fenómenos meteorológicos como relámpagos, truenos, granizo y tormentas.
Temazcal. Tiene una forma similar a un iglú. El temezcal hace referencia a un ritual prehispánico que era utilizado como baño de vapor mezclado con hierbas medicinales y aromáticas. El efecto que generaba este sauna era una desintoxicación por sudoración. En el temazcal no solo se purificaba el cuerpo físico, también el espíritu.
La Cuyancúat: Es una escultura ubicada en una de las piscinas de niños, su cuerpo es mitad serpiente y mitad cerdo. Según la leyenda, en Izalco se aparece por las noches como una especie de animal mitológico de gran tamaño, además es considerado un ser de la mitología maya que anuncia la lluvia.
Atonal, Cacique de Acajutla. Antiguamente, cuando El Salvador estaba dividido en provincias, cada una poseía un cacique quien era el líder local y le debía obediencia al señorío de Cuscatlán. En Izalco fue Atonal quien regía la zona. Cuando entran las hordas invasoras de los españoles al país, este líder fue quien dirigió a los indígenas del Señorío de Cuzcatlán en las batallas de Acaxual y Tacuzcalc.
Se dice que la escultura que se encuentra en Atecozol no posee la flecha porque fue la que lanzó hacia el conquistador español Pedro de Alvarado, quien a causa de la misma quedó cojo.