Centro de Rehabilitación Profesional (CRP) brinda diferentes talleres vocacionales a personas con discapacidad, con el objetivo de potenciar destrezas en los usuarios que les permiten insertarse al mercado laboral y obtener una fuente de ingresos.
Las acciones son ejecutadas como parte de las atenciones que el Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral (ISR) desarrolla, por lo que dispone de espacios en los que la población con discapacidad puede aprender sobre panadería, estilismo,
«Se les evalúa sus potencialidades tanto físicas, cognitivas y sensoriales que tienen los usuarios, y de acuerdo a eso se les da un abanico de opciones dentro de nuestros talleres de cosmetología, panadería, carpintería, informática; pero queremos nosotros ampliar ese abanico de oportunidades, ya que muchas personas desean alguna otra capacitación , por lo que pensamos ampliar junto con otras instituciones formadoras nuestro portafolio de capacitación para las personas con discapacidad», indicó la presidenta del ISRI, Ligia Gallardo.
Es a través de estos espacios que los salvadoreños tienen la oportunidad de generar habilidades que pueden poner en práctica a través de un empleo formal o la implementación de un emprendimiento.
«Este centro de atención tiene dos ejes de atención: la inserción laboral hacia las personas con discapacidad y la formación vocacional. Actualmente tenemos cinco talleres, manualidades, costura industrial, cosmetología, informática, y arte culinario. Dependiendo del nivel de funcionabilidad del usuario, posterior se da la inserción laboral», explicó la directora del Centro Jocelyn Rodríguez.

Debido a la pandemia por la COVID-19, se ha implementado la modalidad de telerehabilitación, de manera que los participantes puedan continuar con sus jornadas de capacitación desde casa y con ayuda de sus respectivos instructores.
«La modalidad virtual se ha implementado en todos los talleres. Se les da las capacitaciones virtuales de lunes a viernes y se programan las instructoras para poder coordinarse con los chicos que tienen los insumos tecnológicos en casa y poder lograr la capacitación», indicó Ona López, supervisora de talleres.
Por su parte, Sara Ramírez, quien actualmente cursa el taller de cosmetología, manifestó que este tipo de espacios se convierten en oportunidades, de manera que, a pesar de padecer algún grado de discapacidad, les permite emprender u optar a un empleo en alguna empresa.
«Hemos aprendido los diferentes tipos de corte, alisados, tintes y el manicura y pedicura. En mi caso, estoy aprendiendo a colocar uñas acrílicas. Esto le facilita a uno encontrar un trabajo», expresó Ramírez.
Una vez finalizado los talleres, los usuarios pueden optar a un empleo formal con el apoyo de la unidad de Gestión de Empleo del CRP, la cual desarrolla las acciones pertinentes para brindar oportunidades a cada participante de los espacios de aprendizaje.
«Al finalizara su proceso de capacitación y han obtenido buenas notas, pueden pasar a mi área para que yo realice todo el proceso de intermediación laboral en las diferentes empresas a fin de ubicarlos en un puesto de trabajo. Son entre tres y cuatro personas colocadas [en puestos de trabajo] cada mes», indicó Lorena Rivera, gestora de empleo del CRP.
Añadió que toda persona con discapacidad que desee formarse profesionalmente puede acercarse al CRP en la calle Los Viveros, Col. Nicaragua, San Salvador para iniciar con el proceso de inscripción y evaluación.

