La Policía Nacional Civil (PNC), asestó otro duro golpe a las finanzas de la pandilla 18 que delinquía en diversos sectores del municipio de Apopa, les decomisó bienes producto de actividades relativas al crimen organizado.
Se informó de la incautación de 20 automóviles y cinco mototaxis que eran utilizadas para transporte privado, tres de los principales testaferros de la pandilla fueron capturados.
Los prestanombres son: José Miguel Ramírez, alias, «Malacate», Edwin Rutilio Reyes Meléndez, alias, «el Padre» y Geovanny Antonio Marroquín Palma, alias, «Negro».
«Según investigaciones, adquirieron los vehículos con dinero de la extorsión y luego los incorporaron al transporte local», publicó la PNC luego del procedimiento de captura y decomiso de bienes.
En las pesquisas realizadas por investigadores de la PNC se detectó que los prestanombres aparentaban que laboraban como motoristas, pero el fin era controlar al resto de propietarios de unidades de transporte a quienes exigían $3,000 para permitirles funcionar, además de otros $25 semanales.
Ese dinero producto de la extorsión luego de recolectarlo era repartido entre los prestanombres quienes se quedaban con una parte y el resto era para los cabecillas de esa estructura delictiva, informó la PNC.
PRIMER GOLPE: 26 VEHÍCULOS
«Con estos decomisos y capturas ponemos fin al lucro que tenía la pandilla 18R en este sector de Apopa. La guerra contra pandillas seguirá golpeando a estas estructuras hasta terminarlas», escribió la PNC en su cuenta de Twitter.
El director de la PNC, comisionado Mauricio Arriaza Chicas, destacó el procedimiento realizado y dijo que como institución seguirán combatiendo el accionar de las pandillas hasta que estos grupos terroristas pasen a ser historia en el país.
Este es el segundo golpe a las finanzas de la pandilla 18 de Apopa; el pasado 7 de septiembre la Policía y Fiscalía General de la República decomisaron 18 microbuses de la ruta 45AB y ocho vehículos que brindaban transporte privado de pasajeros.
Ese día también detuvieron a dos testaferros. Uno de ellos es Elmer Cruz Marroquín, quién tenía 18 microbuses de la ruta 45-AB que hacían recorrido de Apopa a San Salvador.
Según el ministerio público fueron comprados con dinero de la extorsión y puestos a su nombre, las ganancias eran entregadas por Cruz Marroquín a los cabecillas de esa estructura de crimen organizado.
El otro prestanombre es Santos Antonio Quezada, quien tenía a su nombre ocho vehículos también obtenidos con dinero que le dieron los pandilleros, por servir de testaferro recibía un porcentaje de las ganancias.
En las indagaciones se acreditó que los dos capturados no pagaban extorsión, pero simulaban que entregaban «renta» a la pandilla para que el resto de los empresarios no sospecharan que los microbuses y automotores eran propiedad de la pandilla.
El 19 de septiembre, el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, dijo en una entrevista de televisión que en el marco del régimen de excepción han decomisado 1,800 vehículos y $1.19 millones en efectivo.
Con la medida vigente desde el 27 de marzo, el Gobierno no solo ha golpeado las finanzas de las pandillas, sino que ha sacado de las calles a más de 53,000 mareros y colaboradores por agrupaciones ilícitas.
La Fiscalía General de la República ha informado que esos detenidos, en los juzgados especializados de instrucción ha procesado a más de 47,893 personas.