El pasado lunes, el presidente Nayib Bukele informó que el Gobierno ha hecho una oferta para recomprar los bonos con vencimiento 2025, 2027 y 2029 -los cuales totalizan más de $1,700 millones- a los tenedores actuales de esos papeles.
Dicho anuncio tuvo un efecto inmediato en el mercado, con un incremento en la cotización de los bonos el mismo lunes, según reportó el medio especializado Bloomberg.
«Los bonos de El Salvador ampliaron sus ganancias en las negociaciones de la tarde en Nueva York, con las notas con vencimiento en 2027 subiendo de 1.4 centavos a 90.1 centavos de dólar», precisó el portal.
Ese comportamiento en los precios se mantuvo ayer, con los títulos de 2025 cotizando en 98.5 % de su valor nominal (el precio original), los de 2027 al 90.38 % y los de 2029 al 90.38 %, de acuerdo a datos compartidos por la firma especializada en servicios financieros Exor Latinoamérica.
La recompra de bonos, la tercera operación de este tipo realizada por la administración de Bukele, consiste básicamente en que El Salvador compra su propia deuda antes del vencimiento en manos de inversionistas que prefieren vender los títulos a precios de mercado. Esto genera ahorro porque el gobierno no tiene que pagar los cupones o intereses restantes; de hecho, las primeras dos operaciones dejaron $288 millones en ahorros para el país.
Para los analistas de Exor, la noticia de esta nueva compra anticipada puede ser vista como «una señal positiva, dado que refleja solidez financiera». Es decir, se da un mensaje de que el Gobierno tiene capacidad para hacer frente a sus obligaciones.
«En el corto plazo genera un aumento de la demanda de estos elevando su cotización y mejora la confianza de los inversores», destacan, haciendo alusión a lo que ocurrió entre el lunes y ayer en los mercados.
Además, los expertos señalan que de ser percibida de forma positiva la operación por las agencias calificadoras de riesgo, podría resultar no solo en una mejora en la calificación crediticia del país y del Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), sino también en una cotización más positiva de la deuda restante.
«Si la operación de recompra genera confianza en la capacidad de El Salvador para cumplir con sus obligaciones financieras a largo plazo, es posible que los inversores estén dispuestos a invertir en bonos con vencimientos más lejanos como los que tienen vencimiento en 2032. Es importante recordar que estos impactos pueden variar dependiendo de cómo perciban los inversores el anuncio y cómo se desarrolle la recompra en los próximos días», agregaron.
De hecho, ayer, las notas con vencimiento 2032 tenían un precio de $86, es decir, se cotizaban a un 86 % de su valor nominal.
«Si existe una percepción positiva de la capacidad de El Salvador para cumplir con sus obligaciones financieras y si las condiciones económicas generales son favorables, es posible que el desempeño positivo de los bonos continúe en los próximos días», concluyeron los analistas de Exor.
Con los concursos lanzados en 2022, El Salvador logró mejorar su posición en el mercado -incluidas calificaciones crediticias- y redujo las presiones de caja fiscal. Dependiendo de cómo se desarrolle la nueva operación, se podrían esperar efectos similares.