El índice PPI cayó un 0,5% en julio en comparación con el mes anterior, después de aumentos del 1,0% en junio y del 0,8% en mayo, de acuerdo con datos revisados ligeramente a la baja.
Los analistas esperaban una desaceleración en los aumentos de precios, pero no una disminución.
Excluyendo los tres meses de febrero a abril de 2020, cuando la pandemia impuso una interrupción de la actividad a nivel mundial, lo que hizo bajar los precios, esta es la mayor caída de este índice en más de siete años.
Este descenso está vinculado a una caída del 1,8% en los precios mayoristas de los bienes, debido en particular a la bajada de los precios de la energía.
Los precios mayoristas de los servicios subieron ligeramente un 0,1%.
En 12 meses, la subida de los precios se ralentizó pero se mantuvo muy elevada, al 9,8% en julio frente al 11,3% de junio.
El índice PPI es una medida de la inflación que tiene en cuenta los precios desde el punto de vista de los fabricantes y vendedores.
El alza de los precios del lado del consumidor, el índice IPC, se publicó el miércoles y también mostró una desaceleración más fuerte de lo esperado por el mercado en julio, a 8,5% en un año.