«Este mes voy a enviar al Congreso una iniciativa de reforma constitucional que permitirá reparar el grave daño que causó la privatización al sector público y a la economía popular», dijo el mandatario
López Obrador se refirió así a sendas reformas del sector energético mexicano, la de los años 1990 y la que promovió su antecesor Enrique Peña Nieto (2012-2018), que terminaron con un monopolio estatal de varias décadas abriendo partes del rubro a la inversión privada.
Según el mandatario izquierdista, aquellas iniciativas sirvieron «para dar preferencia a empresas particulares, nacionales y sobre todo extranjeras, con la entrega de subsidios entre otras prebendas».
En contraste, agregó, las instalaciones de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) fueron abandonadas, por lo que su administración trabaja en la modernización de plantas hidroeléctricas «para reducir el uso de combustóleo y carbón».
Inversión en refinerías
Destacó asimismo que su gobierno ha destinado 33.581 millones de pesos (1.681 millones de dólares) a la modernización de seis refinerías, aparte de las inversiones para construir una nueva en el sureste del país y la compra de otra en Estados Unidos.
Su objetivo es que la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) satisfaga completamente la demanda nacional de gasolinas y otros productos refinados para poder terminar con las importaciones.
Desde el inicio de su mandato, López Obrador está empeñado en reforzar el papel del Estado en la industria energética nacional, lo que ha generado choques entre el gobierno y el sector empresarial.
En mayo, un juez suspendió la aplicación de una reforma a la ley nacional de hidrocarburos aprobada en abril por la mayoría oficialista en el Congreso, aduciendo que podría afectar la «competencia y la libre concurrencia» en la industria.
En marzo, el mismo magistrado había suspendido indefinidamente una reforma a la ley de la industria eléctrica que buscaba dar prioridad a la CFE en la generación de energía en sus plantas, sin importar el costo y la tecnología.
López Obrador argumenta que las reformas son necesarias para evitar que los precios de la energía aumenten.
Austeridad
Además de estos anuncios para el sector energético, AMLO, como se le conoce por sus iniciales, subrayó que gracias al combate a la corrupción -la mayor consigna de su proyecto político- y a la austeridad de su gobierno pudo «liberar más presupuesto en beneficio del pueblo».
Aseguró que durante su gobierno se han ahorrado 1,4 billones de pesos (70,000 millones de dólares) lo que ha evitado incrementar la deuda y los impuestos, además de financiar vastos programas de asistencia social.
En materia de seguridad, el gobernante admitió una reducción de apenas 0,5% en el número de homicidios en lo que va de su mandato, frente a un alza del 13% en los feminicidios, 20% en la extorsión y 12% en los robos en el transporte público.
Sobre la pandemia de covid-19, que deja poco más de 258.000 fallecidos en el país de 126 millones de habitantes, el mandatario consideró un «logro humano» haber reducido la cifra de letalidad por el coronavirus, gracias a la vacunación que alcanza, con al menos una dosis, al 65% de la población mayor de 18 años.
Reiteró además su compromiso de inmunizar a todos los habitantes mayores de 18 años con al menos una dosis para octubre.