El presidente de la república, Nayib Bukele, recordó ayer que la oposición política se ha negado a apoyar en la Asamblea Legislativa la lucha contra las pandillas, la reforma judicial, el cambio de funcionarios de segundo grado —como el de fiscal general de la república— y a darles equipo y armamento a los policías y soldados para combatir la delincuencia.
«“Por sus frutos los conoceréis”. Si después de todo el luto, guerra, dolor, corrupción, extorsión, subdesarrollo y sangre que la oposición trajo a nuestro país desde que tenemos memoria […]. Si después de todo eso alguien sigue creyendo en ellos, esa persona no ve porque no quiere ver; no cambiará. Que vote por quien quiera y que la democracia decida cuál es el rumbo que debe llevar nuestro país», publicó ayer el mandatario en la red social X.
En la legislatura 2021-2024, los partidos de oposición (ARENA, FMLN, VAMOS y Nuestro Tiempo) han negado sus votos para aprobar y prorrogar el régimen de excepción, medida constitucional que refuerza las acciones de combate de las pandillas que el Gobierno del presidente Nayib Bukele inició en junio de 2019 por medio del Plan Control Territorial (PCT).
Bukele acompañó su publicación en X con una fotografía del microbús del transporte colectivo que en 2010 fue interceptado por pandilleros en el municipio de Mejicanos, San Salvador, y que posteriormente fue quemado en la colonia Jardín con los pasajeros adentro.
Ese hecho, que fue perpetrado por las pandillas, ocurrió en 2010, un año después de que el FMLN llegó al poder por medio del entonces presidente de la república, Mauricio Funes, ahora prófugo de la justicia por actos de corrupción en su gestión gubernamental.
Ernesto Castro, presidente de la Asamblea Legislativa, expresó ayer que «los partidos de oposición no están pensando en ganar la mayoría. Ellos saben que es imposible. Lo que intentan es llegar a ese número mínimo para ellos, pero que sea suficiente para bloquear las medidas que el Ejecutivo tome».
Para el sociólogo René Martínez, la oposición política está mostrando la cara más perversa, autoritaria y antidemocrática de sus dirigentes no solo por bloquear el trabajo del mandatario en el combate de las pandillas, sino también al intentar su destitución.
El fin de semana pasado, las candidatas a diputadas de ARENA, Rosy Romero; Karina Sosa, del FMLN; y Claudia Ortiz, de VAMOS, aseguraron en una entrevista con el opositor Rónal Umaña que, de ganar la elección del próximo 4 de febrero, votarán por la destitución del presidente Bukele para evitar que asuma su cargo en un eventual segundo mandato.
«El que hoy, ya como oposición irrelevante, mantengan el deseo de destituir al presidente Nayib Bukele si obtienen la cantidad de votos suficientes en la Asamblea Legislativa es una prueba más de que siguen siendo la misma oposición perversa y antidemocrática», dijo Martínez.
Agregó que dicha postura «es una prueba indudable de que quieren que el pasado de delincuencia galopante, corrupción desmedida y miedo generalizado en las calles de nuestro país regrese y puedan tener de nuevo eso que llaman la “democracia perfecta”, que no es más que la democracia de los victimarios y de los corruptos consuetudinarios».
En diciembre del año pasado, Ana Jacqueline Peñate, candidata a diputada del tricolor por Santa Ana, dijo que su voto estaba listo para aprobar la destitución del presidente de la república, y a inicios de este mes su propuesta fue respaldada por Ondina Ramos, candidata a diputada de ARENA por San Salvador.
La oposición política ya acumula dos intentos de destitución contra el presidente, situaciones que han ocurrido en contextos preelectorales o electorales y que tienen como finalidad bloquear el trabajo y la gobernabilidad del mandatario, consideró, por su parte, el sociólogo y analista Mauricio Rodríguez.
Recordó que, en 2020, año preelectoral, el diputado de ARENA Ricardo Velásquez Párker y el subjefe de fracción del FMLN, Jorge Schafik Hándal, presentaron en el pleno legislativo dos iniciativas de ley para destituir a Nayib Bukele, quien había pedido fondos para combatir a las pandillas con las fases II y III del PCT.
Ambos proyectos de ley fueron enviados a estudio de la comisión política; sin embargo, esa legislatura concluyó el 30 de abril de 2021 y ambas iniciativas quedaron engavetadas.
Rodríguez valoró que las intenciones de la oposición de destituir al mandatario tienen un trasfondo electoral; sin embargo, dice que difícilmente el electorado será influenciado por este tipo de ideas, porque ya tiene claro que votará por cinco años más del actual Gobierno.
«Con los anuncios de querer destituir al presidente Nayib Bukele lo que están buscando [los partidos de oposición] es tratar de incidir en la población electora para el 4 de febrero. Han buscado muchas opciones para destituirlo, pero la población ya tiene un panorama claro y hay una tendencia que da como virtual ganador al presidente Nayib Bukele para el 4 de febrero», valoró Rodríguez.
El presidente de Nuevas Ideas, Xavi Zablah, afirmó que la misión del partido cian es ganar la presidencia de la república «arrasando en las urnas» y no dejarles «ni un solo diputado» de la Asamblea Legislativa.
Según las últimas encuestas, Nayib Bukele lidera las intenciones y preferencias electorales entre la población porque nueve de cada 10 ciudadanos afirman que votarán por él por un segundo mandato en el Ejecutivo.