Una controversia se ha generado en las últimas semanas entre los habitantes del área urbana de Conchagua, en La Unión, quienes se han enterado de que en el proyecto de agua que inició la administración de la alcaldía anterior se contempla la colocación de medidores del consumo de agua potable. Actualmente los habitantes de la zona no tienen contadores y pagan una tarifa fija. Ellos señalan que ha sido una decisión de la administración que recientemente tomó posesión, pero esta se desmarcó y aclaró por medio de unos documentos en los que demuestran que la colocación de medidores está incluida en el contrato inicial con la empresa a la que se le adjudicó el proyecto y no es una decisión actual.
El equipo técnico que estudia este proyecto de agua ha encontrado la posibilidad de hacer un proceso de orden de cambio para revertir esa decisión, lo cual también pudo hacer la administración anterior, pero se debe llevar a cabo con un proceso que respalde tal actuación.
«La administración anterior, en el proyecto que diseñó, contempló instalar 2,500 medidores en el área urbana, pero nosotros hemos tomado la decisión de establecer un cabildo abierto para pedir la opinión de los ciudadanos de Conchagua para ver hasta qué punto la población está en favor o en contra de que se coloquen los medidores», dijo Isaías Sánchez, síndico de la alcaldía.
El proyecto de agua en Conchagua está valorado en $2.9 millones, para lo cual el concejo anterior adquirió un préstamo y se tenía previsto que la empresa lo entregara el pasado 27 de abril, pero hasta el momento contempla un avance estimado del 74 %, por lo que ha caído en un incumplimiento de contrato.
A este inconveniente de los medidores expresado por la población también se le suma una serie de presuntas irregularidades que se han encontrado en la adjudicación de este proyecto, el cual consideran que se otorgó mediante un proceso viciado, lo cual deberán determinar las instituciones competentes.