Reino Unido también reportó otras 48 muertes relacionadas con el coronavirus, lo que elevó el total de decesos en el país a 148,941, con 14,126 pacientes con COVID-19 todavía hospitalizados.
Hoy con anterioridad, el secretario de Salud de Reino Unido, Sajid Javid, dijo a Sky News que nada en los datos indica en este momento que Reino Unido tenga que alejarse del Plan B, el cual incluye la orden de trabajar desde casa y el uso obligatorio de mascarilla en la mayoría de los sitios públicos cerrados.
El Gobierno británico no planea reducir el período de aislamiento de siete a cinco días como lo hizo Estados Unidos, añadió.
Por otra parte, múltiples fideicomisos del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) han declarado incidentes críticos en sus hospitales debido a la falta de personal.
Kevin McNamara, director ejecutivo del Fideicomiso de Hospitales Great Western del NSH en Swindon, dijo que después de «algunos días difíciles» se declaró un «incidente crítico interno».
Este se debe a los «altos niveles sostenidos de demanda, tanto por COVID como por no COVID, y a la disponibilidad de camas», añadió McNamara. «Siempre supimos que enero iba a ser un mes difícil para todos y nuestros modelos muestran que es probable que se vuelva aún más difícil en las próximas semanas».
El NHS estará sometido a una «considerable» presión en las próximas semanas por causa de la ola de la muy transmisible variante Ómicron, indicó el lunes el primer ministro británico, Boris Johnson.
«Sin duda Ómicron sigue repuntando en todo el país», dijo Johnson en un centro de vacunación. «Considero que tenemos que reconocer que la presión sobre nuestro NHS, sobre nuestros hospitales, va a ser considerable en el transcurso del próximo par de semanas o quizá más».
Más de 90 por ciento de las personas mayores de 12 años en Reino Unido han recibido su primera dosis de la vacuna y más de 82 por ciento tiene ya ambas dosis, de acuerdo con las cifras más recientes. Más de 59 por ciento ha recibido una aplicación de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus.
Para llevar la vida de nuevo a la normalidad, países como Reino Unido, China, Alemania, Rusia y Estados Unidos han estado en una carrera contra el tiempo para aplicar las vacunas contra el coronavirus.