Un reciente informe del Banco Mundial (BM) estima que las remesas a Latinoamérica y el Caribe, enviadas principalmente de países de Norteamérica y Europa, han aumentado un 9.3 % en 2022, hasta alcanzar los $142,000 millones.
«El crecimiento del empleo de los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos contribuyó a los flujos de remesas», señaló el Banco Mundial en un comunicado, en el que también destacó el dinero enviado por migrantes en tránsito que contribuyó «a flujos sólidos en México y América Central».
Los datos correspondientes a los primeros nueve meses de 2022, según el informe, indican un aumento del 45 % para Nicaragua, un 20 % para Guatemala, un 15 % para México y un 9 % para Colombia.
«Los migrantes contribuyeron a atenuar la rigidez de los mercados laborales en los países anfitriones mientras ayudaban a sus familias a través del envío de remesas. Las políticas inclusivas de protección social han ayudado a los trabajadores a capear las incertidumbres en materia de ingresos y empleo creadas por la pandemia de la COVID-19. Dichas políticas generan impactos mundiales a través de las remesas y se deben seguir aplicando», afirmó Michal Rutkowski, director de la Práctica Global de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial.
Además, resalta que las remesas, como porcentaje del producto interno bruto (PIB), superaron el 20 % en El Salvador, Honduras, Jamaica y Haití. Mientras que el panorama para 2023, de acuerdo con el BM, se mantiene en índices de crecimiento moderados, debido a la inflación y shocks económicos que golpean principalmente a países originarios de remesas.
«Es probable que las remesas tengan un crecimiento más moderado, del 4.7 %, debido a las perspectivas económicas menos favorables en Estados Unidos, Italia y España. El costo de enviar $200 a la región ascendió, en promedio, al 6 % en el segundo trimestre de 2022, en comparación con el 5.6 % registrado el año anterior», detalló el Banco Mundial.
En El Salvador, el Banco Central de Reserva (BCR) registra un acumulado, entre enero y octubre de 2022, de $6,357 millones, que representan un crecimiento interanual del 3.7 %, mientras que al cierre del año la entidad estatal estima una proyección de $7,200 millones en ingresos por remesas. «En remesas tenemos una proyección del 3.7 % este año.
Las remesas son fundamentales para la economía, contribuyen al consumo privado, es decir, a los gastos familiares», afirmó Douglas Rodríguez, presidente del BCR. Dicho flujo de remesas, según datos del banco estatal, representa un 26.2 % del total del PIB del país, cifras que concuerdan con las estipuladas por el BM.