Las autoridades mexicanas rescataron a 63 migrantes, 43 de ellos ecuatorianos, que permanecían secuestrados en el estado de Sonora (noroeste, fronterizo con Estados Unidos). Se trata de 50 adultos y 13 menores de edad, señaló la fiscalía estatal en un comunicado, en el que detalló que 43 son originarios de Ecuador, nueve de Colombia, cinco de México, cuatro de Venezuela, uno de Perú y uno de la República Dominicana.
Los migrantes, que según el reporte de la Fiscalía General de Justicia del estado de Sonora se encuentran sanos y salvos, fueron localizados en Sonoyta, localidad fronteriza con Arizona, luego de que el consulado de Ecuador alertó sobre la desaparición de varios de sus ciudadanos. «Una vez liberadas las víctimas, fueron atendidas por el médico legista, quien corroboró su buen estado de salud; además, la Fiscalía de Sonora ofreció acompañamiento y atención psicológica por parte del Centro de Atención a Víctimas [Cavid] y la orientación legal sobre su situación migratoria», consignó la entidad fiscal.
Por su parte, la cancillería ecuatoriana externó: «Saludamos la liberación de los compatriotas y exhortamos a no viajar de manera irregular para evitar riesgos para la vida y la dignidad humana». Las autoridades de México informaron que la Unidad Especializada en Combate al Secuestro ya abrió una investigación para identificar a los responsables del rapto.
«Continúa con las investigaciones sobre los hechos que deriva – ron en la privación ilegal de la libertad de estas personas y busca identificar a quién o quiénes participaron en la retención forzada de los migrantes», indicaron. En tanto, la Fiscalía no reportó capturas durante el operativo posterior al rescate, en el que participaron militares, guardias nacionales y fuerzas estatales.
Los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos a través de México suelen ser blanco de grupos criminales que los secuestran para exigir rescate o reclutarlos. En agosto de 2010, en la comunidad de San Fernando (Tamaulipas, noreste), muy cerca de la frontera con Estados Unidos, 72 migrantes, entre ellos varios ecuatorianos, fueron secuestrados y posteriormente masacrados por el cartel narcotraficante de Los Zetas.