El gobierno ruso trasladó este lunes a un hospital al arrestado líder opositor Alexéi Navalni, mientras en Bruselas los cancilleres de la Unión Europea (UE) iniciaron una reunión por videoconferencia consagrada a discutir el aumento de las tensiones con Rusia.
Navalni, quien cesó de alimentarse hace tres semanas, fue transferido de la cárcel en que se encontraba, a unos 100 kilómetros de Moscú, a un centro hospitalario de detención situado en las proximidades.
«El estado de salud del señor Navalni es satisfactorio», informó el servicio penitenciario, que añadió que el líder opositor aceptó una «terapia con vitaminas».
Durante el fin de semana, allegados de Navalni habían dicho que el opositor se encontraba prácticamente al borde de la muerte
En Bruselas, los cancilleres de los 27 países de la UE iniciaron una reunión por videoconferencia que inicialmente estaba destinada a discutir el agravamiento de las tensiones con Rusia en Ucrania, pero la cuestión de Navalni literalmente arrasó con la agenda y se impuso como asunto central.
Poco antes de abrir esa videoconferencia, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, había responsabilizado directamente «a las autoridades de Rusia por la situación de salud» de Navalni.
Por su parte, el portavoz del gobierno ruso, Dmitri Peskov, rechazó en forma enfática los comentarios de funcionarios occidentales.
«No podemos aceptar tales declaraciones por parte de representantes de otros gobiernos. No hacemos seguimiento del estado de salud de los detenidos rusos», dijo.
Presión en aumento
Navalni dejó de alimentarse el 31 de marzo en protesta por las malas condiciones de detención y acusó a la administración penitenciaria de impedir el acceso de un médico y medicamentos pese a que sufre una doble hernia discal, según sus abogados. Sus médicos aseguraron el domingo que les impidieron visitarlo.
Los aliados de Navalni instaron a los rusos a que salgan el miércoles a las calles a las 19H00 (16H00 GMT) en la «mayor manifestación de la historia moderna» de Rusia.
Esta manifestación está organizada el mismo día que el discurso del presidente Vladimir Putin ante las dos cámaras del Parlamento, en el que hablará de los «objetivos» para desarrollar Rusia y las elecciones legislativas del otoño próximo.
«Putin prohíbe explícitamente toda actividad de la oposición en Rusia. Esto significa que esta congregación podría ser la última del país en los próximos años. Pero nuestro poder es cambiarlo», escribió en Facebook la mano derecha del opositor Leonid Volkov.
Una página internet creada por la oposición hace unas semanas para que los rusos que deseen manifestarse puedan inscribirse contaba con cerca de 460.000 personas el domingo.
De su lado, el Ministerio ruso del Interior advirtió que no permitirá la «desestabilización» y que adoptará «todas las medidas que se hagan necesarias».
Navalni, quien regresó en enero al país tras cinco meses de convalecencia en Alemania a raíz de un envenenamiento del que acusa al Kremlin, fue detenido inmediatamente y condenado a dos años y medio de cárcel por un antiguo caso de fraude, que el opositor denuncia como políticamente motivado.
Preocupación con Ucrania
Los cancilleres de la UE también discutirán la explosiva situación en Ucrania. La decisión rusa de acumulas tropas y realizar ejercicios militares en son frontera con Ucrania ha hecho encenderse todas las luces de alarma en Bruselas.
«La situación en la frontera es muy peligrosa, y llamamos a Rusia a retirar sus tropas de la frontera» con Ucrania, dijo Borrell.
La gravedad de la situación alcanzó tal punto que un momento los cancilleres sumarán a la videoconferencia al ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.
Ucrania pidió a la OTAN que acelere el examen de su pedido de adhesión, como forma de enviar una «señal» a Rusia, aunque por el momento ese proceso no ha avanzado.
Por su parte, el canciller de Portugal -país que presidente temporalmente el Consejo Europeo-, Augusto Santos Silva, añadió en un mensaje que los ministros discutirían la situación de seguridad en el norte de Mozambique.