La salvadoreña Lidia Chinchilla de Carrillo, de 62 años, murió a consecuencia de la violencia armada en Estados Unidos el martes. La connacional había viajó hasta Maryland para asistir al funeral de su nieto Moisés Martínez, quien falleció el fin de semana en un accidente automovilístico.
El Departamento de Policía del condado de Prince George informó que la víctima recibió un disparo en la espalda mientras se encontraba en un vehículo afuera de la casa de su familia, sobre la cuadra 600 de Drum Avenue en Capitol Heights a eso de las 9 de la noche.
Patricia Carrillo, hija de la víctima, declaró a la policía que pensó que su progenitora había sufrido un accidente diabético tras escuchar cinco disparos, pero tras examinar el automotor, su esposo se dio cuenta de que dos balas habían atravesado el asiento del pasajero.
De Chinchilla, quien llevaba solo un día en la ciudad, fue trasladada de emergencia a un hospital local, sin embargo, falleció en las instalaciones. «Quería quedarse con su familia y apoyarme», declaró Carrillo.
«Era una persona que no le venía hacer el daño a nadie, solo venía a visitar a su familia y que alguien le quite la vida de esa manera, eso es una catástrofe para nosotros», dijo Carrillo a Telemundo Washington D.C. La familia se prepara para otro funeral. «Entendemos que no solo a nosotros nos puede pasar, les puede pasar a otras familias que están expuestas por falta de seguridad. Necesitamos más protección, que no haya tanta criminalidad», agregó.
Los parientes compartieron al medio de comunicación que la localidad «es bastante peligrosa y que se sienten más seguros en El Salvador».
El Departamento de Policía ofreció hasta $25.000 en recompensa para detener al autor o autores del crimen. Las autoridades estadounidenses desconocen el motivo del ataque y tampoco han reportado capturas.
El Archivo de la Violencia Armada registró hasta el 30 de marzo: 4.339 personas muertas y 7.725 heridos por violencia armada.