Guatemala acumuló en 72 horas, 9,816 infecciones con la COVID-19. Esta ha sido una semana de récords con más de 3,000 casos diarios y con una cifra de fallecidos acumulados de 10,029 en los 15 meses de pandemias; el resultado lo convierte en el país con más muertes por este enfermedad en Centroamérica.
Aunque el Ministerio de Salud no especificó por qué no se habían modificado los datos en 48 horas, ayer por la mañana publicó en redes sociales que el 19 de julio registraron 3,387 contagios, de 13,283 pruebas; el 20 de julio hubo 3,095 infecciones, de 12,843 pruebas, y el 21 de julio fueron 3,364 nuevos casos, de 13,301 pruebas. En solo tres días, la cifra llegó a 9,816 personas enfermas por coronavirus.
Los casos acumulados ascendieron a 344,221 y los activos son 34,440. También revelaron que murieron 32, 46 y 24 personas cada día, respectivamente. El acumulado en los 15 meses de pandemia llegó a los 10,029.
La tasa de mortalidad es de 56.4 por cada 100,000 habitantes y la letalidad es de 2.9 %. La campaña de vacunación permitió, hasta el 21 de julio, el suministro de 1,462,767 dosis, de las cuales 1,176,331 corresponden a la primera dosis y 286,436 a la segunda. Solo el 2.67 % de la población completó su esquema de inmunización de los 10.7 millones de población meta.
La falta de transparencia de la negociación del Gobierno de Guatemala con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (FIDR), las denuncias por falta de cupos en los hospitales públicos, la escasez de medicamentos y la petición de los parlamentarios para extender las campañas a personas de 18 años son los blancos de los citatorios que el Congreso discute a diario con representantes del Gobierno, a los que muy pocas veces ha asistido la ministra de Salud, Amelia Flores, la máxima autoridad sanitaria del país.
El ministerio habilitó esta semana la vacunación para personas de más de 40 años y ha dejado vacíos en algunos grupos vulnerables, como la población con discapacidad, para la cual todavía no hay una estrategia concreta para hacerle llegar las vacunas.
El martes, la bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) acudió a la Corte de Constitucionalidad para que obligue al Ministerio de Salud a ampliar la vacunación a mayores de 18 años, y acusó a la ministra Flores de negarse a abrir las jornadas hasta ese rango. «Está violentando el derecho a la salud de los guatemaltecos», declaró el jefe de la bancada de UNE, Orlando Blanco.
Pese a la presión de los congresistas, Guatemala ha sobrevivido a la inmunización por los donativos de dosis de Estados Unidos.