Un terremoto de 7,6 grados de magnitud estremeció el domingo el este de Papúa Nueva Guinea, y pobladores locales reportaron daños en edificaciones cerca de la localidad de Madang.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que reportó el sismo, emitió inicialmente una alerta de tsunami, pero posteriormente dijo que la amenaza «ha pasado».
No obstante, indicó que podría haber «fluctuaciones menores en el nivel del mar en algunas áreas costeras».
El sismo tuvo su epicentro a 67 km de la localidad de Kainantu con una profundidad de 61 km, señaló el USGS.
Se reportaron apagones y daños a edificios en partes de Papúa Nueva Guinea. El movimiento telúrico se sintió desde poblados cercanos al epicentro hasta la capital Port Moresby, a 480 km.
Fotos y videos de los daños en una universidad en la localidad montañosa de Goroka, este, mostraron grietas en los muros y toldos de las ventanas que cayeron durante el terremoto.
Pobladores de Lae y Madang, los poblados más cercanos al epicentro, dijeron a la AFP que lo sintieron con más fuerza que sismos anteriores.
«Muy fuerte, todo era como estar sentado en el mar, flotando», comentó Hivi Apokore, trabajador del Jais Aben Resort cerca de Madang.
En tanto, en aguas indonesias se registraron dos fuertes sismos que sacudieron el domingo las islas Mentawai, cerca de la costa oeste de la isla de Sumatra, informó el USGS.
Uno de los sismos tuvo una magnitud de 6,0 y el otro de 5,7, ambos con epicentro en el fondo marino, e inicialmente no se reportaron daños personales o materiales.
Papúa Nueva Guinea se ubica en el «Anillo de Fuego» del Pacífico, lo que hace que sea proclive a los temblores.
En la vecina Indonesia, un terremoto de magnitud 9,1 provocó en 2004 un tsunami que dejó 220.000 muertos en la región, incluyendo unos 170.000 en Indonesia.