Con dificultades por las severas condiciones meteorológicas pero sin parar, los socorristas ya cumplieron las primeras horas más críticas de la hecatombe en Turquía y Siria, ocasionada por el terremoto magnitud de 7.8, seguido de otro de 7.5 el lunes. El saldo provisional de fallecidos se elevó ayer a 15,000 víctimas. Esto los coloca entre los 10 sismos más mortíferos del siglo XXI.
Según el responsable de la Media Luna Roja turca, Kerem Kinik, en la jornada de ayer los trabajadores de emergencia salvaron a varios niños encontrados bajo un bloque colapsado en la castigada provincia turca de Hatay, donde municipios enteros desaparecieron. «De repente oímos voces. Inmediatamente oímos las voces de tres personas al mismo tiempo», dijo el socorrista Alperen Cetinkaya. «Esperamos más de ellos. Las opciones de sacar gente con vida aquí son muy altas», agregó.
«Hay alrededor de 400, 500 personas atrapadas debajo de cada edificio, con solo 10 socorristas intentando sacarlos», dijo Ali en la ciudad turca de Kahramanmaras, en el epicentro del sismo, que todavía esperaba hallar con vida a su hermano y su sobrino.
La ayuda internacional continúa llegando, entre ellos la enviada por el Gobierno de El Salvador, con 111 efectivos del Equipo de Búsqueda y Rescate Urbano (USAR) y tres caninos, quienes partieron ayer hacia Turquía para unirse a los trabajos.
PRESIDENTE RECORRE ZONA AFECTADA
El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, recorrió la provincia de Hatay, una de las más afectadas, en la frontera con Siria. «Por supuesto, hay deficiencias, es imposible estar preparado para una catástrofe así», dijo el jefe de Estado. «Unas personas deshonestas y sin honor publicaron falsas declaraciones como “no vimos a soldados ni a policías” en la provincia de Hatay», denunció Erdoğan.
«Nuestros soldados y nuestros policías son gente honorable. No dejaremos que personas poco recomendables hablen de ellos de esa manera», desmintió. El presidente turco afirmó que 21,000 miembros del personal de rescate fueron desplegados solo en la provincia de Hatay. «Actuando así daremos respuesta al desastre para que nadie quede bajo las ruinas ni sufra», aseguró.
FUNERALES COLECTIVOS
Yesilkent, el principal cementerio de Gaziantep, acogió el funeral conjunto de víctimas del sismo, con los ataúdes agrupados de 10 en 10 entre allegados desconsolados. El sufrimiento de las familias todavía no acaba; muchas ya no tienen ni un techo donde dormir.