Steven Allanson, ciudano canadiense, llegó la noche del sábado al país para reunirse con su esposa vicentina y acompañarla este domingo a votar, y así lo hizo. Silvia Romero en compañía de su esposo norteamericano llegaron al Instituto Nacional Dr. Sarbelio Navarrete. Ella para cumplir un deber cívico y él para atestiguar como se viven las elecciones en el El Salvador.
Enfundado en una camisa azul con la foto del candidato presidencial de Nuevas Ideas y actual mandatario de la República, Nayib Bukele, Allanson acompañó a su esposa en todos los pasos a seguir para emitir el sufragio, pero antes dejó un claro mensaje para los salvadoreños y mostró su simpatía por el Presidente Bukele.
«Canadá necesita un Bukele. El Salvador está cambiando por Bukele gracias a Dios, y Dios está cambiando los corazones de mucha gente», dijo Allanson quien se dedica a labores de construcción en Vancouver.
«Bukele lleva cinco años de cambios muy grandes y eso es bueno. Es la mano de Dios», añadió.
Su esposa Silvia, quien es estilista de belleza, es una de las 6 mil votantes que se esperaban asistieran al Sarbelio Navarrete donde se habían instalado 12 Juntas Receptoras de Votos y que lucían bastantes desoladas en horas del mediodía.
Empero, no solo notables mostraron su simpatía por la gestión presidencial y que quieren que siga al frente el Presidente Bukele. Felipe Rojas, quien limpia parabrisas en las inmediaciones del parque Centenario en la capital, se trasladó a su natal San Vicente para emitir el sufragio en el Complejo Educativo Marcelino García Flamenco.
Él se citó por primera vez con las urnas y su voto no lo ocultó que es para el actual mandatario. «Me siento alegre de votar por Nayib Bukele, es buen presidente y que esté siempre él», dijo a la salida de la urna.
En este centro educativo se colocaron 20 JRV y se esperaba que al final de la tarde acudieran unas 14 mil personas. En todo el departamento de San Vicente se tenían contemplados 64 centros de votación para elegir Presidente y dos diputados de la Asamblea Legislativa.
