Los arrestos del martes en Europa, Estados Unidos y Brasil arrojaron un poco de luz sobre la «dark web», la parte oculta de internet, un vasto mercado de armas, pedofilia, drogas y piratería informática, pero también un refugio para opositores a sistemas totalitarios.
¿Se puede navegar por la «dark web»?
Nacida de los movimientos libertarios, esta red paralela tiene como principal objetivo el anonimato. Sus sitios y foros no son registrados por motores como Google o Bing.
Para acceder a ella, el motor de navegación TOR permite desde 2004 consultar una página a condición de conocer la dirección en 48 caracteres.
En la «dark web» no hay motores de búsqueda públicos. No se puede escribir una palabra al azar para encontrar un nombre.
Esta estructura tiene 110,000 portales activos, una cifra que se ha multiplicado en los últimos cinco años. En cambio, el internet abierto, la «clear web», registra 1,600 millones de sitios.
«Pero asistimos a una masificación, ya que hace cinco años, sólo había 10,000 sitios activos», explicó Nicolas Hernández, jefe de Aleph Networks, empresa francesa que desarrolló uno de los únicos motores de búsqueda del mundo que funciona en la «dark web».
Mafia cibernética
La «dark web» alberga un ambiente estructurado de organizaciones de ciberdelincuentes.
Los sitios que venden datos básicos que permiten elaborar correos electrónicos de «phishing» (fraude online) se ofrecen a usuarios que los compran para piratear un sistema.
También hay programas informáticos de piratería listos para su uso, que son vendidos o entregados a cambio de un porcentaje de las ganancias.
En esta red hay ofertas de trabajo reclutan piratas informáticos «autónomos» y plataformas que publican las solicitudes de rescate después de los robos de datos, difundiendo una parte de la información a modo de «prueba».
Si la víctima no paga, entonces los datos se ponen la venta.
Las transacciones se pagan en criptomoneda o, aún más simple, usando cuentas de Paypal robadas.