El fabricante japonés de automóviles, Toyota Motor Corp., firmó hoy martes un acuerdo para establecer una planta de su propiedad dedicada a vehículos eléctricos (VE) y baterías para estos en Shanghai, en una medida estratégica que busca afianzar su presencia en el mercado automotriz más grande del mundo.

En el acuerdo de cooperación estratégica con el Gobierno municipal de Shanghai, Toyota se compromete a invertir un total de 14,600 millones de yuanes (unos $2.000 millones) en el proyecto del distrito de Jinshan para vehículos de nueva energía (VNE), el cual se centra en la investigación y el desarrollo, la producción y las ventas de VE Lexus, así como de baterías para VE.

Se trata de otro proyecto de influencia global en este campo que tiene como sede a Shanghai, luego de la gigafábrica de Tesla en la ciudad. Esto demuestra aún más la determinación de la metrópoli oriental china de ampliar la apertura de alto nivel y acelerar la creación de un conglomerado de clase mundial para la industria de los VNE.