De más a menos… a peor. El fútbol salvadoreño vive momentos difíciles y los equipos son claro el claro ejemplo de lo complicado que lo delicado que se ha vuelto la situación, frente a los problemas financieros. En las últimas horas, tres equipos de la Segunda División han dicho que no continuarán participando en el torneo de esta Liga.
Atlético Balboa de La Unión, Atlético Comalapa de Chalatenango y San Pablo Municipal de San Pablo Tacachico han decido retirarse, vendiendo o cediendo la categoría.
Los churrieros fueron equipos de Liga Mayor en dos ocasiones, en una de esas llegó hasta la final (Apertura 2004). «Durante un tiempo, hemos logrado ser un equipo competitivo, pero lastimosamente en este tiempo, no logramos el apoyo necesario para poder ser económicamente auto sostenible», publicaron en Facebook.
Por el mismo motivo que los unionenses, Comalapa explicó: «Se han tocado puertas, se ha buscado apoyo a nivel local y en el extranjero, pero lamentablemente no se ha encontrado el respaldo necesario para echar andar el proyecto de cara a la temporada 2024-2025 y siendo coherentes con la línea de responsabilidad que siempre se ha manejado, hemos tomado esta difícil decisión».
Mientras que, San Pablo, quien una vez luchó por ascender a la Primera: «Despedimos este proyecto, no sin antes agradecer a la afición que siempre nos brindó su respaldo y a los patrocinadores que en estos años no han apoyado incondicionalmente».
Pero esta situación no es exclusiva de la Liga de plata. En la Primera, desde el torneo anterior, Jocoro FC, después de lograr dos subcampeonatos consecutivos, ahora tiene problemas para inscribirse. Ha estado en negociación con el Santa Tecla, pero al parecer está haciendo dispuesto a competir, aunque hay jugadores que todavía reclaman salarios atrasados. Por el momento, no se sabe que pasará con este equipo.
También, en la Tercera División hay algunos equipos que han puesto en venta su categoría y se auxilian de periodistas para tener más eco con su venta. ¿Qué pasará con el fútbol salvadoreño?