Atados a sus patas y con cadenas oxidadas por el paso del tiempo, siendo parte de una exhibición en restaurantes o como mascotas, era como vivían la mayoría de los animales que ahora son parte del GEORESGUARDO de Berlín y Ahuachapán.
El resguardo animal, que actualmente está ubicado en las instalaciones de la Central Geotérmica de Berlín, en Usulután; y el segundo, en la Central Geotérmica de Ahuachapán, se ha convertido en el hogar de más de 345 animales silvestres, entre crías, machos y hembras.
El GEORESGUARDO nació en 2007 como una iniciativa de LAGEO para cuidar a los animales en peligro de extinción y, sobre todo, fortalecer la fauna del país.
En los últimos años se ha tenido un trabajo muy esencial junto al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y la Policía Nacional Civil (PNC), quienes son los encargados de entregar al refugio a pericos, loras y cocodrilos, entre otros que fueron parte de circos, restaurantes o puestos en venta por sus depredadores.
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Johan Ventura, veterinario de la institución, comentó que el objetivo principal es resguardar a los animales, para que sirvan como una semilla de reproducción para el futuro, y conservar las especies a punto de extinción, como el loro nuca amarilla.
«El objetivo es protegerlas, pero lo primordial es trabajar para que estos animales no sean vendidos, sacados de su medio de vida y que no los tengan que condiciones que no sean adecuados a su hábitat», explicó el experto.
Ventura agregó que generalmente los animales solo están entre dos o tres meses dentro del lugar, mientras recuperan la salud y puedan defenderse en su hábitat natural. Además, de pasar por un proceso de observación para tener la certeza de que estén sanos y no contaminen a los demás cuando sean liberados.
«Si viene un ave con fractura tiene que pasar todo el proceso de recuperación, toda la rehabilitación necesaria y el proceso para liberación en zonas protegidas», sumó el veterinario.
En el resguardo se tienen aves rapaces como gavilanes, lechuzas, búhos; cetáceos, catalnicas, loras, guacamayas, tucanes, cocodrilos, caimanes y serpientes. Además, albergan monos, venados, tigrillos, mapaches y micoleones, entre otros.
En la actualidad, el GEORESGUARDO es el que tiene la capacidad de recepción más grande el país, donde se dan 100 liberaciones de animales al año y una generación de 15 empleos directos para las personas de las zonas aledañas.
Datos
El GEORESGUARDO comenzó a operar en 2007 en Berlín, Usulután.
Es una institución sin fines de lucro y busca el bienestar de los animales silvestres.
El trabajo se realiza junto al Ministerio de Medio Ambiente y la PNC.
Actualmente, el GEORESGUARDO Berlín tiene la capacidad de recepción más grande del país.
«Nos encargamos de la alimentación, la adecuación ambiental y estimulación de los animales, para que empiecen a morder los bejucos y puedan regresar a su hábitat».
Rodrigo Hernández, encargado de GEORESGUARDO Ahuachapán.
«El proyecto se enfoca en la conservación de la fauna silvestre y todos los animales que van a ser liberados tienen que estar libres de enfermedades para que no contaminen a los demás».
Johan Ventura, veterinario del GEORESGUARDO Berlín.