La identidad cultural de una nación no solo se basa en las costumbres y tradiciones, sino en la forma de vida que han tenido todos sus ancestros o pueblos originarios.
En El Salvador existieron diversos grupos indígenas que han dejado huella a través del tiempo y que en la actualidad siguen siendo objeto de estudio a través de diversos sitios arqueológicos u objetos prehispánicos que forman parte del patrimonio histórico y cultural.
Cada país es responsable de resguardar y proteger el patrimonio, por ello los ministerios de Relaciones Exteriores y de Cultura, con el apoyo del gobierno de México y la asistencia de especialistas en arqueología y patrimonio presidieron el acto de recepción de 12 piezas prehispánicas.
«Hoy, nos congregamos en torno a la recepción de estas piezas arqueológicas que vuelven al lugar donde corresponden, vuelven a su tierra. Estos invaluables objetos pertenecen a cuatro estilos diferentes: Salúa, Usulután, Pipiles y Campana, dándoles una datación que oscila, dependiendo de cada pieza, entre el año 500 a. C. al 1,521 d. C», detalló el cónsul general de El Salvador en Los Ángeles, Estados Unidos, Alejandro Letona.
Con este recibimiento, cancillería reafirma el compromiso (en conjunto con el ministerio de Cultura) de los procesos que sean necesarios para la restitución del patrimonio ancestral.
«Estas piezas arqueológicas serán incorporadas en la colección Nacional de Arqueología del Ministerio de Cultura quedando a disposición de nuestros museos para ser incluidas en futuras exposiciones […] Es un logro importante porque hemos realizado un trabajo articulado, como dedos de una misma mano, para devolverle lo que le pertenece a la cultura e identidad de la nación salvadoreña», destacó la ministra de cultura, Mariemm Pleitez.
«La historia de las piezas es importante. Aproximadamente hace 100 años, los abuelos del señor Bill Lewis realizaron un viaje a El Salvador y obtuvieron las piezas como suvenir en un sitio arqueológico de nuestro país. Fueron heredadas en dos generaciones posteriores hasta que finalmente el señor Lewis entregó voluntariamente las piezas a su lugar de origen», detalló el cónsul Letona.