Todo sucedió la noche del 28 de agosto de 2003, en Nueva York, Estados Unidos. En ese momento se desarrollaba uno de los eventos más importantes del mundo de la música: la gala de los MTV’s Video Music Awards, el cual tendría un punto de ensueño en su agenda: la presentación de Madonna, Britney Spears y Christina Aguilera en vivo.
Esa parte del show era la más esperada por muchos, no solo por la calidad que espectáculo que estaba garantizada, sino porque, por primera vez, Madonna, «La Reina del Pop», compartía escenario con las dos artistas del género más importantes de ese momento y quienes peleaban por ser la heredera al trono de la música.
El show comenzó con total normalidad con la interpretación de «Hollywood» y con Madonna, vestida como novio de boda, acompañada de Spears y Aguilera ataviadas como las novias de un evento que rompió récords en ratings en todo el mundo durante su transmisión en vivo.
Y, ahí, el mundo de la música cambio. Sin previo aviso, a mitad de la presentación, Madonna tomó el rostro de Spears, le dio una leve caricia y la besó prolongadamente. Como una forma de disimular su decisión, el beso también fue para Aguilera, pero la evidencia era clara: Madonna había escogido a Britney Spears como su sucesora.
Este hecho marcó un antes y después en el mundo del espectáculo, ya que era la primera vez que se veía una escena de ese tipo en televisión abierta y durante una transmisión en vivo en Estados Unidos y en muchas partes del mundo.
Además, Justin Timberlake, cantante de NSYNC y pareja de Spears en ese momento, fue captado por la cámara mostrando su sorpresa y disgusto al ver a su novia compartir una escena amorosa con Madonna.
Sin duda alguna, esa fue una de las escenas más icónicas en la carrera de Britney Spears, quien ganó el duelo ante Christina Aguilera por ser la heredera al trono de Madonna.