Fusiles AK-47 y M16, granadas fragmentarias y cartuchos son parte de las armas de guerra que las autoridades han decomisado a delincuentes a nivel nacional y quienes ahora enfrentan la justicia por el delito de tenencia, portación o conducción de estas.
Las armas de guerra son utilizadas, en su mayoría, por grupos delincuenciales y pandillas para cometer sus crímenes. Por este delito, un imputado puede ser condenado entre cuatro a 10 años de cárcel, como el caso de César Rivera Cañenguez, quien está cumpliendo una pena de cuatro años de prisión por tener entre sus pertenencias un fusil M-16.
El caso de Rivera Cañenguez fue denunciado en su momento por la población. Las autoridades dicen que fueron alarmadas de que el imputado y otros hombres tenían varias armas en la zona del Cantón Sebastián El Chingo en San Luis La Herradura, La Paz.
«El ahora condenado portaba un arma de guerra, la cual después de hacer las pruebas respectivas se determinó que era un fusil M-16, con su respectivo cargador aprovisionado con 25 cartuchos en su interior», detalló la Fiscalía General de la República.
El caso de Rivera Cañenguez es uno de los 325 casos que ha investigado el ministerio público desde el 2018 hasta agosto de este año, por el delito de tenencia, portación o conducción de armas de guerra «que son los instrumentos mecánicos, electrónicos, termonucleares, químicos o de otra especie, asignados a la fuerza armada, al órgano policial o cuya tenencia portación o conducción no le es permitida a los particulares», según establece el artículo 346 del Código Penal.
Las denuncias por la utilización de armas de guerra han disminuido desde finales del 2019 cuando se registraban 99 casos, es decir, 22 reportes menos que en 2018 cuando se registraron 121 acusaciones. Mientras que el año pasado se reportaron 45 denuncias y de enero a agosto se han identificado 60 casos.
Los datos de la Fiscalía registran que la mayoría de denuncias por tenencia de armas de guerra se han dado en el departamento de San Salvador, donde se registran 101 imputados, seguido de 46 casos en La Libertad y 30 en San Miguel. El resto de denuncias se divide en los demás departamentos.
Por ejemplo, el pasado 10 de septiembre, la Policía capturó a Elmer Benavidez Machado y Ramón Hernández Centeno, integrantes de una estructura criminal, por los delitos de tenencia ilegal de armas de guerra y de fuego, en Santa Elena, La Libertad. Durante el procedimiento, se les decomisó un fusil AK-47 con un cargador y 20 cartuchos, una pistola con un cargador y 11 cartuchos.
Ocho meses antes, en enero, también fue capturado Jonathan Eduardo Robles en Soyapango, San Salvador, supuesto pandillero, a quien se le incautaron más de 100 cartuchos para armas de guerra. El hombre ya es procesado por los delitos de ocupación ilegal de inmueble y tráfico de armas.
La actual administración, a través del Plan Control Territorial, ha implementado una serie de acciones para impedir el accionar de los grupos delincuenciales en el país, entre ellos el decomiso de armas a los criminales.
Durante la gestión de Nayib Bukele se han logrado hasta el 11 de agosto del 2021 el decomiso de 11,412 armas de fuego, entre ellas, armas de guerra, de las cuales 6,333 [que representan el 55%] fueron incautadas en actual administración.