Las últimas semanas han sido difíciles para la red social Facebook, con una serie de filtraciones que demostraron que la compañía sabía que su plataforma estaba exacerbando todo tipo de malestares sociales alrededor del mundo, desde tráfico humano a violencia sectaria.
Y no hay señales de alivio. Nuevas revelaciones esta semana reflejaron que el presunto compromiso de Facebook con la libertad de expresión pasa a segundo plano cuando gobiernos represivos como Vietnam demanda que la disidencia sea silenciada.
También quedó aclarado que la compañía sabía que sus algoritmos estaban llevando a los usuarios hacia contenido extremista, como las teorías de conspiración de QAnon y explicaciones falsas contra las vacunas, pero tomó pocos pasos para remediar el problema.
Facebook se ha defendido en varios comunicados de prensa, alegando que dedica enormes recursos a asegurar la seguridad de la plataforma y afirmando que mucha de la información entregada a periodistas y funcionarios de gobiernos ha sido interpretada fuera de contexto.
En una llamada de conferencia el lunes para discutir los ingresos trimestrales, el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, argumentó que la cobertura de la prensa está reflejando un panorama engañoso de la compañía.
“Las críticas constructivas nos ayudan a mejorar”, dijo Zuckerberg. “Pero desde mi perspectiva estamos viendo un esfuerzo coordinado para seleccionar documentos filtrados que muestran un panorama falso de nuestra compañía”.
“La realidad es que somos una cultura abierta, donde alentamos la discusión e investigamos nuestro trabajo para progresar en muchos temas complejos que no son específicos de nosotros”, agregó.
Las revelaciones, así como retos comerciales no relacionados, implican que Facebook, que también es propietaria de Instagram y el servicio de mensajes WhatsApp, tiene mucho para preocuparse en el futuro cercano. Estos son cinco de los principales.
Una potencial investigación de la SEC
La exempleada Frances Haugen envió a los legisladores y la prensa el mes pasado miles de documentos, que promovieron el escándalo actual, pero estos también llegaron a la Comisión de Valores y Bolsa (SEC), lo que plantea la posibilidad de una investigación federal a la compañía.
Haugen afirma que los documentos evidencian que Facebook retuvo información que podría haber afectado decisiones de los inversionistas en la compra y venta de acciones.
Entre otras cosas, dijo que los documentos reflejan que Facebook sabía que su número real de usuarios, un indicador clave de su capacidad para vender los anuncios de los que dependen sus ingresos, era menor de los reportados.
La SEC no ha indicado si iniciará una investigación y una acusación de fraude accionario sería muy difícil de constatar, porque requiere pruebas de que los ejecutivos engañaron a los inversionistas regularmente y a sabiendas. No obstante, una investigación sería dañina para una compañía cuya imagen corporativa ya está en entredicho.
Un portavoz de Facebook afirmó en un comunicado de prensa que la empresa entrega sus “informes extensos a la SEC”, que incluyen “los retos que enfrenta, la participación de los usuarios, el estimado de cuentas falsas y duplicadas” y mantiene a la plataforma “segura contra personas que quieran usarla para afectar a otras”.
“Todos esos asuntos son conocidos y debatidos extensamente en la industria entre académicos y la prensa. Estamos confiados en que nuestros reportes den a los inversionistas la información que necesitan para hacer sus decisiones informadas”.
Demanda antimonopolio
Facebook ya está siendo demandada por la Comisión Federal de Comercio (FTC), que dice que entre su sitio principal, Instagram y WhatsApp, Facebook ejerce un poder de monopolio en el mercado de las redes sociales. La agencia busca la separación de las tres plataformas.
Facebook se ha defendido públicamente contra las acusaciones de monopolio, pero los documentos internos revelados por Haugen demuestran que la compañía sabe que es extremadamente dominante en algunas áreas, lo que podría darle municiones adicionales a la FTC para persuadir a un juez federal de que debe dividirla.
Acción legislativa
Aunque el Congreso no se pone de acuerdo en muchas cosas estos días, el testimonio de Haugen en una audiencia el mes pasado desató una furia bipartidista contra Facebook e Instagram, especialmente por revelaciones de que Instagram conocía que es perjudicial para la salud mental de los usuarios adolescentes, especialmente las niñas.
Desde entonces se han presentados varios proyectos de ley, entre ellos uno que crearía una junta calificativa que establecería la edad y el contenido para las aplicaciones en dispositivos con conexión a internet.
Otros buscan que las compañías de redes sociales como Facebook sean responsables por la información falsa que circule en las plataformas, o que se fuerce a la compañía a ofrecer protecciones de privacidad más fuertes y den a los usuarios el derecho a controlar todo el contenido relacionado con ellos.
Disidencia interna
Uno de los factores más relevantes de los documentos divulgados esta semana es la cantidad de furia contenida entre los empleados de Facebook sobre la imagen pública de la compañía. Muchos mensajes internos reflejan quejas de los empleados por la renuencia de la compañía a controlar el contenido en la plataforma.
Los documentos muestran que Facebook está perdiendo empleados, especialmente entre los dedicados a combatir el discurso de odio y desinformación, porque no creen que sus esfuerzos tienen el respaldo de la administración.
Boicot de los anunciantes
El año pasado la Liga Antidifamación organizó una campaña para presionar a la compañías a que interrumpieran sus anuncios en Facebook en protesta por su fracaso para eliminar la retórica de odio en la plataforma.
En una declaración entregada a la Voz de América, el director ejecutivo del grupo, Jonathan A. Greenblatt, dijo que se están preparando para hacerlo de nuevo.
“Mark Zuckerberg quiere que todos crean que Facebook está haciendo todo lo que puede para abordar la amplificación del odio y la desinformación”, dijo Greenblatt. “Ahora sabemos la verdad: que estaba al tanto de lo que estaba sucediendo y decidió no escuchar las recomendaciones de los investigadores internos y no hacer nada”.
Agregó que ahora es el momento de hacer algo, “porque literalmente se están perdiendo vidas y la gente está siendo silenciada y asesinada como resultado directo de la negligencia de Facebook”.
“Estamos en conversaciones para decidir cuál es la mejor forma de actuar para llevar cambios reales a Facebook, ya sea con los legisladores, los accionistas responsables o los anunciantes”, dijo.