La ineficacia para llevar a la práctica el documento que detalla el Plan Nacional de Vacunación de Guatemala se refleja, en concreto, en el sacrificio de la vida de los guatemaltecos que se encuentran dentro de la población más vulnerable ante la COVID-19.
Gran parte de esta incapacidad de poner a trabajar los recursos disponibles para las inmunizaciones se desprende de una comunicación «fracasada».
«Simplemente no se sabe quiénes pueden vacunarse y cómo. A muchas personas registradas se les ha negado, y la vacunación “a demanda” no se ha aclarado oficialmente [ni siquiera dentro del Ministerio de Salud]», recalca el Laboratorio de Datos de Guatemala.
Hasta el 26 de mayo se habían administrado 409,532 vacunas, de las cuales 374,708 corresponden a la primera dosis, y 34,824 personas, o el 0.33 % de la meta, tienen el esquema de vacunación completo (dos dosis).
El Gobierno de Alejandro Giammattei se ha planteado vacunar a todas las personas mayores de 18 años, lo que conforma una población meta de 10.5 millones de personas.
El país cuenta con lotes de Moderna y AstraZeneca. Las vacunaciones comenzaron el 25 de febrero pasado, con la llegada del primer lote de la farmacéutica Moderna. De acuerdo con el Laboratorio de Datos de Guatemala, el ritmo de vacunación actual es insuficiente y urge una rectificación en la estratategia.
«Al ritmo actual terminaríamos de vacunas a los mayores de 18 años en 2027. La meta para terminar a finales de 2022 es vacunar a 36,000 personas los siete días de la semana», reflexiona el centro de análisis. Actulamente el Ministerio Salud ha logrado alcanzar a 20,000 personas al día, luego de haberse mantenido en un promedio de 10,000 inoculaciones por meses.
Desde el primer día, las inmunizaciones estuvieron marcadas por la desinformación, y personal esencial como los docentes recién fueron incluidos en la fase 2 del plan.
Cada fase tiene subfases. En la primera fase están los trabajadores de primera línea y estudiantes de salud, además de los adultos mayores en asilos. En la fase 2 se encuentran las personas mayores de 70 años y todos los adultos con enfermedades crónicas o que requieran un tratamiento específico. Se añadieron a esa etapa los adultos de 50 a 69 año. La fase 3 incluye a trabajadores de seguridad nacional, justicia y otros servicios escenciales, y maestros. La fase 4 será para los adultos mayores de 18 años que no hayan sido cubiertos en las demás etapas. Solo las primeras dos fases están abiertas.