El pasado 14 de julio a eso de la 1:30 de tarde, una víctima con régimen de protección fue en el vehículo de la empresa donde labora a la Urbanización San Patricio, al sur de San Salvador y cuando se disponía a bajar del automotor un sujeto se le acercó y le preguntó que andaba haciendo en ese lugar.
Inmediatamente otros tres hombres llegaron y tras someterlo lo comenzaron a golpear hasta tirarlos al suelo, lo cuestionaron y preguntaron si era policía, estando tirado, le quietaron el teléfono celular valuado en $75, también le robaron $90 en efectivo y la billetera con los documentos.
Cerca del lugar de la agresión estaba un barranco por lo que los cuatro sujetos lo llevaron a la orilla y uno de ellos que al parecer era menor de edad sacó un arma de fuego con la que iba asesinarlo.
En ese momento salió una señora y le dijo que lo dejara que la víctima había llegado para arreglarle una refrigeradora por lo que el sujeto le respondió, «váyase para adentro abuela y no vaya a llamar a la jura».
Luego de la intervención de la vecina, el sujeto armado le dijo a la víctima que «diera gracias a Dios porque no tenía ganas de chupar sangre» y lo dejaron ir.
Al salir de dicha urbanización la víctima fue a la Policía Nacional Civil a interponer la denuncia de lo ocurrido y un día después agentes policiales lograron capturar a uno de los cuatro sujetos y lo identificaron como Josué Adonay Reyes Huezo.
El imputado fue detenido el 15 de julio en la Colonia Bella Vista 2 y Colonia Dolores, de San Salvador y luego fue remitido a la Fiscalía General de la República para que le iniciara el proceso penal.
Al ser identificado como uno de los cuatro imputados que agredieron a la víctima, el ministerio público presentó la acusación en el Juzgado Décimo de Paz de San Salvador por los delitos de robo agravado, lesiones y limitación ilegal a la libertad de circulación.
En la audiencia inicial el juez resolvió que Reyes Huezo, siga en detención por los tres delitos que la Fiscalía le acumula.