El Salvador se colocó entre los finalistas del concurso Soluciones para el Futuro 2021 organizado por Samsung Electronics, y competirá por el gran premio regional del certamen, que tiene como objetivo desafiar el intelecto, la creatividad y el ingenio de los jóvenes de la región.
En el caso de El Salvador, fue el Instituto Nacional «Benjamín Estrada Valiente», del departamento de Metapán, quien representó al país con su proyecto «Un paso, un voltio», el cual consiste en transformar la energía eléctrica a través de los pasos generados por las personas.
Los jóvenes Ingrid Navas, Raúl Hernández y David Cabrera; con la tutoría de la docente Cecilia Gallardos, llevaron a cabo este proyecto con el objetivo de brindar una alternativa de producción de energía eléctrica sin perjudicar al medio ambiente.
Explicaron que uno de los retos más grandes de la humanidad, es «mitigar los impactos de la contaminación ambiental», y que, a través de su proyecto, buscan aportar a la sociedad una manera de «producir energía limpia, sostenible y amigable con el medio ambiente».
Ingrid Navas explicó que «Un paso, un voltio» consiste en la «fabricación de una baldosa con dispositivos piezoeléctricos, que al pisarla transforman la energía cinética de las personas que caminan sobre ella en energía eléctrica, limpia y amigable con el medio ambiente, por eso la baldosa se llama ‘Eco Huella’».
Por su parte, David Cabrera informó que, «pensando en la optimización de recursos, las Eco Huellas son de 45 x 45 centímetros, tienen dos tablas de madera de pino marcadas en aluminio, cuatro resortes que permiten bajar la plataforma superior al pisarla y que, al retirar el pie, recobra su posición inicial».
Agregó que tiene 24 piezoeléctricos de 15 milímetros de diámetro, «capaces de producir hasta 14 voltios en series de 3», y cuenta con una alfombra que evita la fricción y el desgaste de la madera, teniendo un costo total de $200 dólares.
En cuanto el precio, Raúl Hernández explicó que esta forma de producir energía «es mucho más barata que la energía solar, que necesita de radiación solar y no siempre está disponible», y la eólica que necesita al viento y requiere «estar en lugares estratégicos».
«Eco Huella solo necesita pasos de la gente que hace sus actividades dairiamente, por eso es una manera más factible de adquirirla», añadió.
Las ideas de los nueve equipos de estudiantes de Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Venezuela, Ecuador y República Dominicana, resultaron elegidas de un total de 889 propuestas y más de 2,500 participantes de esos nuevos países. Cada proyecto propone una solución a un problema que afecta directa o indirectamente a la comunidad a la que pertenecen los estudiantes, y van desde el aprovechamiento de energías limpias y renovables, la prevención de desastres naturales, técnicas sustentables de cultivos, hasta alternativas a problemas de salud y acceso a los medicamentos.
De estos nueve finalistas se escogerá un campeón, que representará a la región en el encuentro latinoamericano de Soluciones para el Futuro. Hasta el 30 de noviembre hay oportunidad de votar por el proyecto favorito del concurso. El 10 de diciembre será anunciado el ganador regional.