El asesor jurídico de la Presidencia, Javier Argueta, brindó una entrevista la noche de este martes con el objetivo abordar los señalamientos realizados por la oposición en contra del Gobierno salvadoreño.
Ante estas críticas y acusaciones, el funcionario realizó una distinción entre libertad de expresión y libertad de información.
Argueta explica que la diferencia establecida entre la libertad de información y la libertad de expresión «es que la primera lleva hechos, lleva señalamientos», dijo durante una entrevista en TVO Noticias.
«Por ejemplo, no es lo mismo decir que un presidente está haciendo bien o mal las cosas, esa es libertad de expresión, que afirmar que el presidente se ha robado $10 millones, esa es libertad de información», expuso.
En ese sentido, explicó que, haciendo esa diferencia entre libertad de expresión y de información, «dice la Sala de lo Constitucional que si yo atribuyo hechos a alguien y esos hechos no son ciertos, eso vulnera otros derechos: al honor, a la intimidad y a la imagen».
«El grado de tolerancia ante la crítica en un funcionario debe ser más alto que el de una persona común, pero eso no significa que se anule el derecho al honor de la persona pública», afirmó, citando a sentencia 91-2007 de la Sala de lo Constitucional.
Sobre señalamientos recientes a funcionarios del Gobierno, asegura que les indicó activar a nivel internacional los mecanismos de protección de derechos humanos y en el país los mecanismos judiciales ante una difamación que haya dañado su honor.
«Cuando saco una información a la luz pública y le atribuyo hechos a personas, debe asegurarse que esa información sea exacta, porque si no, dice la Sala de lo Constitucional y la jurisprudencia internacional, no hay protección al derecho de información», dijo.
Además, reiteró que cuando una investigación periodística no publica información exacta sobre un funcionario «no solo no hay protección al derecho de información, sino que hay protección a quien se le daña el honor».
También afirmó que, si bien el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos establece la libertad de pensamiento y de expresión, su artículo 11 establece «que tu reputación y honor no pueden ser transgredidos».