La muerte de Nathalie Miranda, la estudiante de Doctorado en Medicina de la Universidad de El Salvador (UES) que se suicidó el martes anterior, ha generado consternación en la comunidad estudiantil, ya que expuso en Twitter la intención de quitarse la vida debido a las humillaciones que recibía en las prácticas clínicas que desarrollaba como parte de su formación académica.
Tras conocerse el caso, estudiantes y doctores relataron situaciones similares en las que recibían humillaciones de sus docentes, en su mayoría médicos; además de sentirse menospreciados.
Diputados de la Asamblea Legislativa lamentaron la muerte de Miranda, y plantearon la necesidad de revisar la Ley Especial Regulatoria de las Prácticas Clínicas de los Estudiantes de Medicina.
La iniciativa fue expuesta por el jefe de fracción de Nuevas Ideas, Christian Guevara, quien remarcó que la educación superior no debe ser sinónimo de violencia.
«No podemos normalizar la violencia, ni los abusos en ningún lado. La vida que perdimos no debe ser en vano. Que haya sanciones fuertes a los que abusan y humillan», enfatizó.
Los legisladores que integran la comisión de salud se sumaron al mensaje y secundaron la idea de reformar dicha ley, para garantizar que los alumnos que deben pasar por las rotaciones en la red de hospitales no sufran consecuencias.
El diputado Rodil Ayala, presidente de la referida comisión, puntualizó que están preparados para comenzar a hacer los cambios necesarios.
A ellos se añadió el diputado José Urbina, quien mencionó: «En la comisión de salud estamos actualizando leyes obsoletas o leyes débiles que necesitan ser reformadas, y esa ley también será revisada».
La normativa en mención es el instrumento que regula las prácticas clínicas y hospitalarias que deben hacer los estudiantes del área de medicina, ya sea en el doctorado o en otras carreras afines.
Por varias horas, las etiquetas #Nathalie y #NoMásMaltratosEnMedicina fueron las más utilizadas en Twitter para El Salvador, cuestionando los procesos de enseñanza que implementa la UES.
Miranda se encontraba en su rotación de Pediatría y, según publicó en Twitter, pasó durante tres años lidiando con la depresión e intentos de suicidio.