La última encuesta de CID Gallup destaca que el presidente Nayib Bukele, tras más de tres años de haber asumido la conducción del país, tiene una calificación del 86 %, superando ampliamente a sus antecesores, quienes en el mismo período de gobierno habían caído incluso al 23 %, como el caso del efemelenista y hoy prófugo Salvador Sánchez Cerén.
En la nota que la población le da a la gestión del presidente Bukele, la cifra sube al 88 %. De acuerdo con el gerente general de CID Gallup, Luis Haug, hay un fuerte respaldo al mandatario, el cual no está asociado con un partido político, sino más bien con su figura, por lo que el especialista señala que, «más que Nuevas Ideas, hay bukelismo», en referencia a la cantidad de votos que permitieron derrotar al bipartidismo y ganar la presidencia de la república compitiendo con una bandera que no era la propia —debido al sabotaje cometido por los viejos partidos políticos desde la destituida Sala de lo Constitucional y desde el Tribunal Supremo Electoral, que trataron de bloquear su candidatura— y luego lograr una votación histórica que eligió a una bancada parlamentaria con votos suficientes para tener, ella sola, la mayoría calificada.
Este dato es particularmente relevante porque el respaldo hacia el presidente Bukele se mantiene alto, más que duplicando la simpatía hacia Nuevas Ideas (35 %), que, a pesar de ello, supera en más de 30 puntos porcentuales a ARENA y al FMLN (con 3 % y 2 %, respectivamente).
El apoyo hacia el presidente Bukele no es gratuito, sobre todo a más de tres años de dirigir el Gobierno. Tiene que ver con el cumplimiento de promesas y con la profunda transformación del país. La encuesta de CID Gallup revela que nueve de cada 10 salvadoreños que participaron en el estudio aprueban las medidas de seguridad impulsadas por el Gobierno del presidente Bukele, como el Plan Control Territorial y el régimen de excepción, que han logrado reducir drásticamente los homicidios (a menos de uno por día, cuando en los gobiernos del FMLN llegamos a tener jornadas de más de 40).
La renovación de la Asamblea Legislativa en 2021 permitió activar el financiamiento del Plan Control Territorial, el cual había sido vetado por ARENA, el FMLN y sus socios, lo que ha llevado a niveles de seguridad inéditos en la historia salvadoreña. Por ello, es vital para erradicar a las pandillas y mantener la tranquilidad en los barrios y las colonias que nunca más los aliados de las maras tengan el poder de bloquear los planes de seguridad del presidente Bukele.