Desde el 13 de diciembre de 2020, en El Salvador se registra un incremento sostenido de los casos de la COVID-19, contabilizando un promedio de 250 a 290 nuevos contagios por día hasta la fecha.
Según el ministro de Salud, Francisco Alabí, dicho incremento puede estar directamente relacionado con las actividades de las fiestas navideñas y los convivios que se hicieron durante los primeros días de diciembre, que generaron aglomeraciones de personas e incumplimiento de las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento físico y el uso de mascarillas.
«Sí coinciden [las fiestas con el aumento de contagios]. Sabemos que la sintomatología puede aparecer hasta cinco días después de que una persona tuvo contacto con alguien que está desarrollando la enfermedad, y eso unido a que las mismas características navideñas hacen que se tenga más cercanía con personas que no son de su núcleo. Eso genera un aumento en los casos», destacó Alabí.
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Es por ello que el titular de Salud enfatizó que las aglomeraciones que organizaron las municipalidades en diciembre no fueron prudentes porque facilitaron el riesgo de contagio. «Facilitar la adecuación de plazas para que los salvadoreños pudieran asistir fue una manera irresponsable para generar algún tipo de actividad y tener otro tipo de beneficio», destacó el funcionario.
Por consiguiente, explicó que, si la dinámica navideña generó un aumento de casos, de igual forma las actividades académicas presenciales podrían generar un segundo factor de riesgo para incrementar los casos de la COVID-19. Por esto, el Ministerio de Salud recomendó al Ministerio de Educación (Mined) suspender el retorno presencial a los centros educativos, el cual fue anunciado por las autoridades el 5 de enero del presente año.
«Los niños, especialmente a los menores de cinco años, no se les recomienda el uso de métodos de barrera, con lo que se va generando un ambiente idóneo para que se disemine la enfermedad. Un niño puede tener 100 veces más carga viral y estar asintomático», destacó Alabí.
También mencionó que en la dinámica escolar participan alrededor de 2 millones de personas: un millón de estudiantes y un millón más, quienes son los encargados de trasladarlos. Todos ellos estarían en riesgo de contagio si se regresa a las actividades presenciales.
DESINFECCIÓN DE HOSPITALES
El Hospital Dr. José Antonio Saldaña y el hospital de San Bartolo fueron desinfectados ayer para proteger la salud del personal de primera línea y de los pacientes. La acción forma parte de las estrategias de prevención de contagios de la COVID-19.
El ministro de Salud mencionó que por primera vez los 31 hospitales nacionales son desinfectados de forma rutinaria para eliminar virus y bacterias de las superficies. También las 700 unidades de salud son intervenidas.
«Esta actividad nunca se había tenido en nuestro país, y la jornada de higienización reduce la posibilidad de adquirir una infección», dijo Alabí.
La desinfección permite limpiar las superficies por cerca de 90 días, y genera la inactivación de los virus. «Nos ayuda a evitar el contagio del virus, así como de otros virus que siempre están presentes en los hospitales, bacterias y hongos. Se evitan infecciones nosocomiales», indicó Enrique Rodríguez, director del Hospital Dr. José Antonio Saldaña.
Rodríguez manifestó que el hospital Saldaña se encuentra con capacidad de 50 % de ingresos y camas hospitalarias; sin embargo, ante la amenaza de un incremento de casos, están listos y preparándose para recibir más pacientes.
Por su parte, Carlos Alvarenga, viceministro de Gestión y Desarrollo en Salud, dijo que la jornada de desinfección es parte de una estrategia inicial de un plan de abordaje para la atención de la COVID-19 en el país. «Es en toda la red hospitalaria. Contamos con personal especializado en este manejo. Con la desinfección, hay una protección de 90 días de duración, por eso las jornadas son programas de forma sistemática», dijo Alvarenga.