«Anteriormente pagábamos seguridad privada, los costos eran altos. Pero gracias a Dios nuestro presidente nos ha ayudado. Cerramos a las 12:00 o 1:00 de la madrugada», comentó William Martel, comerciante de productos navideños que se ha ubicado en la 17 avenida Sur y calle Rubén Darío en el centro de San Salvador y que destaca el ambiente de seguridad que los salvadoreños experimentan gracias a las medidas implementadas por el presidente de la República, Nayib Bukele.
Martel asegura que este trabajo es parte de una tradición familiar desde 1965, cuando sus familiares iniciaron con este negocio. Desde esa época, ha visto el transcurrir de los años y cómo ha cambiado la percepción del país y el bienestar de la población.
«La gente anda en ambiente familiar, en ambiente navideño. La verdad es algo que no se miraba antes, solo venían “mire deme esto” y se iban. Nos dicen que se sienten con bastante tranquilidad, tipo 10:00 de la noche la gente viene, a veces con sus mascotas, nos compra y desde aquí se van caminando hacia el Centro Histórico, algo que no se veía antes», indicó.
Esto ha permitido mayor afluencia de clientes que compran sus productos, entre los que destacan luces, árboles, coronas navideñas, entre otros artículos de decoración.
De igual manera, Marina Ramírez señaló que durante los más de 55 años que tiene de vender figuras de barro y otros artículos navideños, ha visto la transformación que el centro de San Salvador ha tenido, fenómenos que han afectado a la población, sin embargo, concuerda que las acciones desarrolladas por el Gobierno brindan tranquilidad a los salvadoreños, a ellos como comerciantes y a los turistas que les visitan.
«Con todo lo que se ha hecho, sentimos que hemos caminado mejor. Antes teníamos que meter todo, cerrar y poner llave, pero nos quedamos, nos acostamos y no se pierde nada. Yo he visto un cambio, gracias a Dios y al señor presidente que todo está bien, organizado, la gente viene a comprar y he visto una gran diferencia», expresó Ramírez.
Relató a «Diario El Salvador» que la comercialización de figuras de barro, árboles y guías navideñas ha sido su fuente de ingreso, la cual le ha permitido sacar adelante a su familia y dar estudio a sus hijos, uno de ellos ya graduado universitario.
«Tengo dos hijos, uno que ya está por salir de la universidad y otro que ya salió de Diseño Gráfico y que, gracias a Dios, al negocio y los esfuerzos y sacrificios que uno hace salieron adelante», dijo.
Por su parte, Inés Flores, a sus 65 años, recuerda sus inicios en la venta de artículos navideños en 1975 cuando iba a los mesones a vender cada uno de sus productos. Años después, logró ubicar su puesto de venta en el centro de San Salvador, lugar que sigue siendo su fuente de ingresos.
En este 2022, continúa con ofreciendo a los transeúntes de la 17 avenida Sur y calle Rubén Darío, a un costado del Fondo Social para la Vivienda, árboles de Navidad personalizados, guías de luces y otros productos que van desde $1 en adelante.
Manifestó estar de acuerdo con todas las acciones de seguridad que el Gobierno implementa, ya que esto les permite, a ella y sus demás compañeros de venta, obtener ingresos en esta temporada del año.
«Para mi está muy bien esto, la gente tiene más confianza. Cerramos hasta después de las 12:00 de la medianoche y la gente sigue viniendo. Como estamos frente al parqueo del Fondo Social para la Vivienda, a las personas les queda accesible. Todos tenemos los puestos abiertos, yo los invito a que vengan y puedan comprobar lo que les digo», subrayó Flores.