Édgar Kiko Henríquez, técnico de la selección de fútbol olímpica al ser consultado después del partido si no obtener ninguna medalla era un fracaso, manifestó que no lo consideraba como tal y lo asoció más a un sentimiento de frustración.
«Salimos con la conciencia tranquila, hay frustración, pero esto no le podés llamar como fracaso y lo positivo es que hay jugadores que se mostraron y que perfectamente pueden pasar a la selección mayor», dijo Henríquez.
Honduras resultó ser más efectivo y aprovechó más las pelotas paradas que tuvo a su favor, ya que de esa manera obtuvo los dos goles.
El primero llegó al minuto 34 luego del cobro de un tiro libre del capitán hondureño Jónathan Núñez quien le pegó con potencia al palo que le tocaba defender a Sergio Sibrián, quien a pesar de la estirada no pudo ni tocarla.
Un minuto después Honduras pudo aumentar el marcador en una contra, pero Jeffry Miranda disparó sin marca de zurda pero el balón salió desviado.
El Salvador se notó muy nervioso en el primer tiempo, entregando pelotas con facilidad a los rivales y se notaron muy cansados por la seguidillas de partidos, ya que pases que normalmente eran controlados con facilidad, no lograron alcanzarlos.
Para el segundo tiempo Kiko ingresó al defensor central Marvin Cruz, al lateral Wálter Pineda y al volante Javier Bolaños y el equipo logró un mayor empuje.
El empate llegó al minuto 48 luego de una gran jugada colectiva. Mauricio Cerritos transportó el balón, se lo cedió a Jéfferson Valladeras (uno de los más destacados del partido y de los Juegos), éste centro hacia Emerson Mauricio quien pivoteó adecuadamente por el punto penal, se la cedió a Juan Sánchez que se colocó en la media luna y con la derecha colocó el balón en el ángulo, convirtiendo un golazo tanto por el trabajo colectivo como por la soberbia definición.
Inspirado por el gol, la selecta continuó atacando a Honduras y Cerritos estuvo a punto de anotar después de un tiro de esquina, la pelota le quedó picando cuando se ubicó al costado derecho dentro del área, pero no impactó de buena manera el balón y por arriba de la portería.
Los aficionados, que llegaron en gran número, se entusiasmaron y apoyaron a sus seleccionados, confiados en que el gol de la ventaja podría caer.
Sin embargo, Honduras volvió a poner el nerviosismo en la grada cuando al minuto 61 el mediocampista Déster Mónico, por el lado derecho del ataque hizo un recorte hacia el perfil zurdo y su disparo fue a impactar en el poste derecho.
Cuando ya todo pintaba para que la medalla de bronce se definiera por penales, Samuel Elvir ejecutó un tiro libre al borde del área y fue a impactar en el poste superior, y el rebote lo recogió Exon Arzú, quien solo llegó a empujarla a las redes. Ambos jugadores catrachos habían ingresado en la parte complementaria.
El gol cayó en el minuto 86 y la selección no tuvo tiempo para reaccionar, a pesar del ímpetu de los seleccionados, que llenaron de balonazos el área hondureña, pero sin tener ninguna opción clara para empatar.
Con esta derrota se puso fin a la participación del fútbol masculino en los Juegos, donde el objetivo era conseguir al menos una medalla. El nivel de juego mejoró mucho en los últimos partidos y con una mejor puntería posiblemente hubieran logrado el propósito. Además de esa falta de puntería, las lesiones y el cansancio notorio en muchos jugadores no permitieron lograr el propósito.
En el horizonte solo queda esperar si alguno de estos seleccionados es considerados por Hugo Pérez para selección mayor.