Mayamérica Cortez es una poetisa y escritora salvadoreña radicada en Estados Unidos. Ganó el premio de Poesía en Quezaltenango en Guatemala en 1995 con su obra «Cantos del silencio». Ha publicado cuatro libros los cuales en ellos se reúnen más de 700 poemas. Algunos de sus escritos se encuentran traducidos al inglés y portugués.
La poesía de Cortez se describe como palabras que mueven el alma con profundidad, dice que su nombre es amor y su apellido libertad al recordar algunas palabras de los muchos poemas que ha escrito con los años.
De igual forma, detalla que cada uno de sus escritos no son palabras, sino pájaros que cuando abres la jaula se escapan ansiosos por volar. En 1994 comenzó a divulgar sus poemas en periódicos salvadoreños y publicó su primer libro de poesía en 1976.
¿Como descubrió que le gustaba escribir?
De pequeñita lo que yo quería era pintar o dibujar, pero no se tienen todos esos elementos accesibles, entonces era como un sueño imposible. Leí tanto desde tan pequeñita, que recuerdo que a los 7 años ya había leído la novela «Los miserables» de Víctor Hugo y eso me desarrolló mucho la imaginación y el deseo de inventarme mis propias historias.
Escribí tímidamente y sin ningún propósito, todo me lo guardaba porque era como un mundo aparte.
¿Acaba de lanzar un nuevo libro? ¿Sobre qué trata?
Sí, se llama Radiografía poética del alma: La historia de Guido y Urania, fue como el inicio para identificarme, seguir escribiendo y aceptarme que escribía, me costó muchísimo porque siempre fue muy personal e íntimo.
El nombre tiene un significado, lo de radiografía porque es como entrar hasta lo profundo del ser y del alma. Lo de poética porque para mí lo más importante es la poesía. También se relata la historia de Guido y Urania que para mí es la única forma de explicar cuando la gente me pregunta por qué escribo, desde cuándo escribo y dónde escribo.
Este es como mi primer libro en prosa o narrativa, todo lo mío ha sido poesía. Además, recoge poesía de ilustres del campo, de las letras, como José Mejía Vides y Serafín Quiteño, por lo que decidí recoger piezas de poesía para que no quedara oculto.
¿Qué expone este libro?
Esta historia recoge el dolor, la adaptación y la ausencia que vive un migrante. En el libro hay un poema que se llama «Lamento indígena». Cuando empecé a escribir este libro era para transmitirle a la gente la fe, independientemente de la religión que tenga, pero cuando se tiene fe y se cree en esa fuerza superior a lo que uno puede creer o identificar, tú sales adelante y lo logras.
¿Tuvo alguna preparación para aprender a escribir?
Ningún estudio o conocimiento de métrica, no me gusta encajonarme, siempre escribí lo que después me dijeron que era verso libre.
¿Qué la motivó para su sacar su primer libro?
David Escobar Galindo vio los poemas que salían en el periódico y me incluyó en Antología de 100 años de poesía femenina de El Salvador. Luego me dijeron: hoy, tienes el compromiso de publicar un libro porque ya estás en antología y yo dije: libro ¿de dónde?
Así se fue dando, le llevé a José David los poemas que tenía, recuerdo que eran unos poemas tan inocentes, sin embargo, ese manojito de poemas lo llevé al Ministerio de Interior y así fue como salió mi primer libro «Lumbre de soledad». Por cierto, me recuerdo que en el nombre le había puesto como fuego y José David me dijo: «no, queda mejor lumbre de soledad».
En eso mismo estaba tomando clases de pintura y José Mejía Vides me estaba haciendo una acuarela que coloqué en el libro. Armando Solís que es dibujante leyó mis poemas y me dijo que le gustaban e hizo unas ilustraciones para el libro.
¿Su primer libro está seccionado?
El libro lo dividí pensando en los discos de acetato y le iba colocando pista uno, pista dos y sucesivamente. En cada pista o capítulo va una ilustración. El prólogo del libro lo elaboró José David Escobar Galindo. Todo su contenido es de poemas.
¿Cuál es su segundo libro?
Se llama «Nostalgia y soledades» lo publiqué en Estados Unidos, emigré a los 80. Cuando uno se va deja hasta la piel, deja acá el nombre y lo que es uno. Este libro refleja la vida de un emigrante. Este lo fui recogiendo poco a poco con la experiencia como emigrante.
¿Hubo otros libros?
Sí, el tercer libro lleva por título «Canto del amante y del amor» este fue un libro que se formó casero, es decir, en una oficina lo empastamos con espirales y se presentó. Recuerdo que la presentación fue en un salón de la alcaldía.
Luego saqué otro que se llama «Por las avenidas del alma» y «Cantos del silencio».
¿Ganó premios de Juegos Florales con sus libros?
Sí, gané el primero y único lugar en los Juegos Florales de Quezaltenango, Guatemala en 1995 con el libro «Cantos del silencio». En este libro están los poemas de «Por las avenidas del alma» y «Canto del amante y del amor», son dos libros en uno solo. Fue una gran sorpresa porque no participé para ganar sino para tener disciplina.
¿Han traducido alguno de sus libros y poemas?
El libro «Cantos del silencio» ya está traducido al inglés, lo cual para mí ha sido una cosa maravillosa porque le ha gustado tanto la poesía a la gente. El poema «Lamento indígena» también lo han traducido al inglés y en portugués. Al igual hay un poema que se llama «Luna de mantequilla» que lo han traducido al inglés.
¿De dónde surge la inspiración?
Tengo un concepto bastante fuerte en cuanto a mi ser interior, siempre digo llámenlo como quiera, para mí lo puedo nombrar Dios o la vida. No es cuestión de religión, pero siempre pienso y estoy segura de que no soy la que escribe. Mi inspiración no sé de dónde llega. Cuando empiezo a escribir no puedo parar, siempre digo que hay que poner un fin a esto.
Tengo mucha prosa que escribo en diarios. No son periódicos, sino que es como mi libreta o agenda que lo llamo diario.
¿Para usted qué es la poesía?
La poesía para mí tiene lugar específico, no es una poesía métrica que te condiciona o encajona, sino que es soltar. Planear un poema tampoco es para mí poesía, no entiendo los otros conceptos de poesía cuando en sus manuscritos están tachados o corregido que parecen mapas, siento que lo quieren hacer intelectual, pero para mí se debe de escribir y quedar integro, claro que se puede modificar nexos.