En la última década un total de 321 policías fueron asesinados a nivel nacional [229 en cuatro años del último gobierno del FMLN]. Según las autoridades, la mayoría de ataques fueron cometidos por pandilleros cuando los agentes se encontraban en sus días libres.
A pesar de la abultada cifra de agentes que han muerto a manos de criminales, en los últimos dos años, durante la administración del Gobierno de Nayib Bukele y con la implementación del Plan Control Territorial se ha logrado una drástica reducción que va de 29 policías asesinados en el 2019, 13 en el año 2020 y 3 agentes muertos desde el 1 de enero al 2 de abril del 2021. Ha sido el primer trimestre de la década con menos ataques a policías.
El caso más reciente fue el de una agente policial cuyo asesinato fue reportado el pasado 10 de febrero en Santa Cruz Analquito, en Cuscatlán.
La víctima fue identificada como Norma Carolina Solís Figueroa, quien murió luego de recibir varios impactos de bala. El presunto homicida fue identificado como Mario Enrique Pérez Chávez, también agente de la Policía y compañero de vida de Solís Figueroa.
Las autoridades detallaron que el crimen fue cometido en un tramo de la carretera Panorámica, en el sector conocido como puente El Desagüe.
La versión inicial de Pérez Chávez sobre la muerte de su pareja fue que ella le pidió detener la marcha del vehículo y que en ese momento fueron atacados por delincuentes, uno de ellos le disparó a su compañera de vida. El agente relató a los investigadores, que “trató de auxiliarla” trasladándola al Hospital Nacional de Cojutepeque, pero la agente Solís Figueroa perdió la vida.
Un mes después del homicidio de la agente Solís Figueroa, el 10 de marzo, el policía Pérez Chávez fue capturado como sospechoso del feminicidio y fue enviado a prisión mientras continua el proceso judicial en su contra. Pérez Chávez es acusado por los delitos de feminicidio agravado y fraude procesal.
El caso de la agente Solís Figueroa rompe la dinámica de las estadísticas policiales, las cuales establecen que la mayoría de los homicidios contra agentes son cometidos por pandilleros, aun así, siguen siendo estos grupos quienes más atentan en contra de los agentes.
PUNTO DE QUIEBRE
Para el analista Luis Contreras la baja de asesinatos de policías a manos de grupos criminales obedece a la implementación del Plan Control Territorial.
«Con el Plan Control Territorial se ha logrado recuperar muchos territorios que antes prácticamente eran de las pandillas, quienes tenían la posibilidad de emboscar a Policías porque lo hacían ya cuando estaban de licencia, y eran ataques planificados, no eran al azar. Ahora como el despliegue policial y militar se hace de forma presencial, esto ha ido como arrinconando o arrebatando los territorios a las pandillas y ya no pueden emboscar a los agentes», señaló Contreras.
Agregó que durante los gobiernos del FMLN hubo dos momentos que influyeron en la violencia general, entre ellos en los homicidios contra agentes, uno estuvo marcado por la tregua durante el gobierno de Mauricio Funes, que arroja cifras de 20 policías asesinados en el 2011; 14 en el 2012; 13 en el 2013 y 39 en el 2014.
Y el segundo marcado por la disolución de la tregua y la poca efectividad del plan El Salvador Seguro implementado por Salvador Sánchez Cerén. En el 2015 el pico más alto en la última década de muertes violentas de agentes se registraron 62 asesinatos de policías, mientras que en el 2016 se cometieron 48 muertes de agentes; 46 en el 2017; 34 en el 2018 y 29 para el 2019 (19 fueron durante los últimos seis meses del gobierno de Sánchez Cerén).
FIN DE LA TREGUA INCREMENTÓ AMENAZAS A POLICÍAS
«En el periodo de Sánchez Cerén el alza en homicidios de policías se da como una respuesta a la disolución de la tregua, durante el gobierno de Funes los pandilleros tuvieron muchos beneficios, sin embargo, el gobierno de Sánchez Cerén vio que ya no era sostenible la tregua, porque ya no podían dar tantos beneficios, fue entonces que se vino la arremetida de violencia y eso provocó que comenzaran a matar policías», apuntó el analista.
Aseguro que el plan El Salvador Seguro no tuvo nada de efectividad en la protección de agentes, «durante el gobierno de Sánchez Cerén, hubo tres puntos débiles: uno, no le dieron seguimiento a la tregua; dos, no atacaron el problema real, de raíz, y tres, descuidaron a la corporación policial, en cuestión de adiestramiento, equipo y moral», enfatizó Contreras.
El analista añadió que estos errores cometidos en gobiernos anteriores fueron analizados por la administración actual y solucionados dentro del Plan Control Territorial lo que ha provocado no solo la baja de homicidios en general, sino además bajas cifras de hechos violentos en contra de agentes policiales.
«Ahora el gobierno ha cambiado totalmente eso porque la recuperación del territorio es una variante, también se ha dotado a los policías de mejor equipamiento, por ejemplo, armas, munición, porque antes los mismos policías mencionaban que no les daban balas, una vez al año iban al polígono, hoy es una capacitación más constante un adiestramiento a mayor profundidad, todo eso es una serie de elementos que vienen a sumar para bajar los atentados contra los agentes», explicó el analista.
Con respecto a las críticas que algunos sectores han hecho contra el Gobierno, aduciendo que la baja en las cifras de los delitos como homicidios se debe a una supuesta nueva tregua, Contreras aseguró que estas carecen de fundamento.
«Los que dicen que se trata de una nueva tregua, solo se quedan a nivel de suposición o conjeturas, porque no es comprobable, si nos vamos a los datos concretos y específicos estos son irrefutables, si los datos son obtenidos de la Mesa Técnica, que no solo le compete a la Policía, si no a Medicina Legal y la Fiscalía, y la Fiscalía no es dependiente de la Policía», aclaró el analista.
Agregó que es el correcto desarrollo del PCT el que ha influido en la reducción de homicidios incluyendo los cometidos contra los policías.