La variante delta continúa siendo dominante a escala mundial, y esta debe ser controlada al igual que ómicron, así lo afirmó la líder técnico de la respuesta a la pandemia de COVID-19 y epidemióloga de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Maria Van Kerkhove.
La experta señala que se ha observado que la transmisibilidad de ómicron presenta una alta tasa de crecimiento muy superior a la de otras variantes de preocupación, esto debido a los sublinajes BA1 y BA2 (más transmisible que BA1) que esta variante posee.
«Ómicron es más transmisible que delta -en todos los sublinajes-, pero dentro de los sublinajes, BA2 es más transmisible que BA1. Ómicron no es “leve”, es menos grave que delta, pero todavía estamos viendo un número significativo de hospitalizaciones de Ómicron. Estamos viendo un número significativo de muertes. No es un resfriado común, no es influenza, debemos tener cuidado en este momento», señaló Van Kerkhove.
Sin embargo, manifestó que la población debe ser precavida ante la circulación del resto de variantes de la COVID-19, ya que, en el caso de delta, aún continúa siendo dominante en el mundo, y ha demostrado ser más severa que ómicron; aun así, no significa que ómicron no sea capaz de causar complicaciones y la muerte, sobre todo, en poblaciones vulnerables.
«La variante delta es dominante en todo el mundo y también debe ser controlada. Y todo lo que estamos haciendo ahora con la variante delta será beneficioso para luchar contra la ómicron, independientemente de su progresión y de lo que aprendamos sobre ella», subrayó la experta en enfermedades infecciosas de la OMS.
Señaló que las mismas medidas que se han aplicado para contrarrestar la variante delta, son igualmente eficaces para afrontar ómicron, por lo que la población debe cumplirlas para prevenir complicaciones.
Van Kerkhove enfatizó en la importancia de vacunarse contra la COVID-19, usar mascarilla, lavarse las manos y evitar aglomeraciones que contribuyan a aumentar los riesgos de contagio con el virus.
Actualmente, en El Salvador circulan ambas variantes. La circulación de delta en el territorio fue confirmada por el ministro de Salud, Francisco Alabi, el 31 de julio de 2021.
En ese momento, el Gobierno salvadoreño exhortó a la población a continuar con todas las acciones para frenar los efectos negativos que esta variante podría generar.
Asimismo, ante el anuncio de la OMS sobre la aparición de ómicron, el Ministerio de Salud incrementó la vigilancia y las medidas para retrasar su llegada. El sistema de salud se preparó con insumos, medicamentos y disponibilidad de camas hospitalarias para atender cualquier situación que ómicron produjera en el país.
Las manifestaciones clínicas en la población determinaron la presencia de ómicron a finales de 2021 y principios de 2022, situación que fue confirmada por el ministro Alabi el 19 de enero de este año.
«Clínicamente tenemos la presencia de ómicron desde finales de diciembre. Estamos haciendo el análisis para ver si ómicron es el virus predominante. La población debe saber que contamos con una estrategia de vacunación sólida, disponibilidad del Hospital El Salvador y con los medicamentos necesarios para atender a los pacientes», sostuvo Alabi en esa ocasión durante una entrevista.