Un niño de cinco años que fue abandonado en la ruta migrante en la selva del Darién, entre Colombia y Panamá, se encuentra bajo custodia del Servicio Nacional de Migración de Panamá. Una familia ecuatoriana le ayudó y lo trasladó a la comunidad Bajo Chiquito el sábado.
Las autoridades no han logrado contactar con la madre del menor, quien tiene tres hijos más y está embarazada, detallan en un comunicado las autoridades panameñas.
La directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, informó que de 600 mil personas que cruzan la selva de Darién, 120,000 son niños, es decir, que representan el 20 % de la población migrante en esta ruta.
«Estamos hablando de seres humanos que son forzados a migrar con sus padres y que han sido expuestos a los peligros de una selva muy peligrosa y a todas las tragedias que ocurren en ese trayecto», declaró la directora.
Los menores pierden dos o tres años del sistema educativo, además, muchos son violados en la selva, pasan hambre, frío, miedo y son separados de sus padres, reveló Gozaine. «Lo más horrible son los testimonios de personas que han encontrado niños solos, cuyas madres les dicen espérenme aquí y los olvidaron. También hay personas que han entregado niños que estaban junto al cadáver de sus progenitores, es una situación muy difícil», aseguró.