Los problemas de seguridad se resuelven con acciones, no con minutos de silencio o banderas a media asta, señaló durante la sesión plenaria Christian Guevara, el jefe de la bancada parlamentaria de Nuevas Ideas, en referencia a la reacción del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ante la masacre de 19 niños y tres adultos en una escuela primaria de Uvalde, en Texas. Y lo mismo que aplica para enfrentar la epidemia de tiroteos y masacres en Estados Unidos vale para todos los países del mundo: solo cuando se toman acciones concretas hay posibilidades de llevar seguridad a los ciudadanos.
Esto lo sabe muy bien el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, que desde el inicio de su mandato se ha dedicado a combatir a las pandillas. Sin embargo, ARENA-FMLN y sus aliados se opusieron de manera frontal a esta lucha histórica, bloqueando toda iniciativa de financiamiento del Plan Control Territorial y tratando que, de esa manera, el pueblo salvadoreño reclamara la falta del cumplimiento de las promesas de campaña.
Sin embargo, la voluntad no flaqueó y, a pesar de todas las dificultades, se implementaron las primeras fases del Plan Control Territorial, el cual empezó a dar resultados. Sin embargo, ha sido con la llegada de la nueva Asamblea Legislativa que se ha podido dotar con más recursos a nuestros policías y militares desplegados para llevar seguridad y, de ese modo, salvar vidas de inocentes. Ahora, además de tener mejores salarios, también cuentan con los recursos necesarios para combatir el crimen.
Se recuperaron las cárceles, que los gobiernos de ARENA y del FMLN habían entregado a las pandillas, que las utilizaban como centros de organización del crimen. Se cortó toda comunicación con las prisiones y se eliminaron todos los privilegios que los políticos corruptos les habían entregado a los pandilleros.
Ahora los centros penales ya no son los cuarteles generales de las pandillas. Ya no hay fiestas con comida, alcohol y prostitutas ni tampoco hay pintas de organizaciones terroristas. Ya no salen de ahí órdenes para matar a los salvadoreños.
Con el régimen de excepción llegaron las medidas necesarias para continuar cumpliendo la misión de convertir a El Salvador en un país libre de pandillas. El pueblo salvadoreño le ha dado la razón al presidente Nayib Bukele y ha avalado con casi el 90 %, según una encuesta dirigida por la oposición, las medidas especiales que permite el régimen de excepción para combatir a los criminales.
Anoche, los diputados de Nuevas Ideas y partidos aliados aprobaron un nuevo decreto para mantener los mecanismos de combate a las pandillas. Esas son las acciones que el país necesita para garantizar seguridad, tranquilidad, desarrollo y prosperidad. No más minutos de silencio por las víctimas de las pandillas. Ahora son los criminales los que se lamentan. Y así debe ser.