Al menos 13 personas resultaron heridas durante un tiroteo en una estación de metro de Brooklyn en Nueva York donde fueron encontrados «varios dispositivos no detonados», dijeron el martes las autoridades.
«A las 08:27 (hora local) la policía respondió la llamada al 911 de una persona herida en el metro» en Brooklyn, dijo a la AFP una portavoz de la policía de Nueva York.
El departamento de bomberos dio una cifra de «13 heridos por el momento» mientras que la cadena ABC News citó a fuentes policiales que informaron que al menos cinco personas fueron heridas de bala en el incidente ocurrido en la estación de la calle 36.
«No había aparatos explosivos activos en ese momento», tuiteó el departamento de policía (NYPD).
«Por favor despejen el área» dijo el NYPD e instó a los testigos a comunicarse con la policía para ofrecer datos.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo haber sido «informada» de la situación.
«Los equipos de primeras respuestas están en el lugar» y se irá actualizando la información mientras se investiga, tuiteó.
ABC News reportó que los agentes investigan si un artefacto de humo fue detonado y que la policía está buscando al sospechoso.
Según la cadena NBC, que citó a oficiales de la policía y otro servicio de seguridad, un hombre con una máscara antigas y un chaleco de operario color naranja pudo haber lanzado una lata de humo a la plataforma del metro para distraer a la gente a la hora pico.
El hombre seguía prófugo, según el presidente del distrito de Manhattan, Mark Levine.
La Casa Blanca dijo que el presidente Joe Biden había sido informado del incidente y estaba en comunicación con las autoridades neoyorquinas.
Los tiroteos masivos se producen con relativa frecuencia en Estados Unidos, donde las armas de fuego causan unas 40,000 muertes al año, incluidos los suicidios, según el sitio web Gun Violence Archive.
El incidente se produjo un día después de que Biden anunció nuevas medidas para el control de armas, aumentando, especialmente, las restricciones a las llamadas «armas fantasmas», que son difíciles de rastrear pues hasta se pueden ensamblar en casa.
Las laxas leyes sobre armas y el derecho a portarlas garantizado en la Constitución obstaculizan reiteradamente los intentos de reducir la cantidad de armas en circulación pese a que la mayoría de los estadounidenses dice estar a favor de imponer mayores controles. Las tres cuartas parte de los homicidios en Estados Unidos son cometidos con armas y sigue en alza la cantidad de pistolas revólveres y otros tipos de armas a la venta.