Mario Chicas es un pintor ahuachapaneco que ha trabajado dos obras de arte con elementos propios durante nueve meses, que representan cambios de la vida en diferentes contextos.
El artista afirma que en estas obras muestra su estilo. Por ejemplo, una de ellas contiene un reloj y un signo de interrogación, que representan los cambios y el futuro que no se conoce.
«En lo personal, creo en un ser supremo, y en dos sueños se me reveló, me dio un sentir, me mostró las imágenes y fue ahí cuando dije: “Esto es lo mío”. En febrero comencé a bocetear, no sé si encaja llamarlo estilo, pero estoy seguro de que son dos elementos que me van a acompañar en mis obras: el reloj y el signo de pregunta», relató Mario Chicas. Él es originario de Turín, pero radicado desde hace varios años en el municipio de El Refugio, siempre en Ahuachapán.
Chicas describió su primera obra como un retrato de él mismo, que ha titulado «Tratando de detener el tiempo», en contraste con que nadie puede hacerlo.
El otro cuadro es una mujer, un homenaje denominado «Divino ser».
«El reloj con dos agujas es el [elemento] principal, en lugar de tener el número 12, tiene dos ceros, que significa el tiempo final, porque considero que estamos en un tiempo en el que el mundo está cambiando. Este va a estar siempre al lado derecho, junto con el otro elemento: el signo de interrogación, que hace alusión a un futuro incierto, porque no sabemos lo que va a pasar en el futuro. También mis obras llevan pinceladas de movimiento, que representan el pasado y otras que reflejan el futuro», explicó el artista.
Asimismo, manifestó que su inspiración ha nacido no solo para estas obras, sino que es algo más representativo, que se puede mostrar en diferentes contextos y temáticas de la vida cotidiana, porque siempre hay un antes y un después.
Además, dice que a medida que el reloj avanza, queda huella de todo, por lo que siempre hay algo que contar. En cambio, como el futuro es difícil de plasmar, por eso incluyó el signo de interrogación. Añadió que es el comienzo de muchas más obras con estos elementos.
«Con estas creaciones he vuelto a sentir que soy yo, uno a veces plasma sentimientos. Esto también permite reflexionar qué está pasando en este mundo, qué está bien o mal, porque uno ve el pasado y el presente reflejado. Eso permite tener proyecciones que uno sueña, pero no sabe qué va a pasar, porque el futuro es incierto», reiteró el pintor ahuachapaneco.