Los agricultores de al menos seis municipios de Morazán han experimentado resultados positivos al aprender y aplicar buenas prácticas agrícolas, que han sido trasladadas a los productores con el programa Raíces, ejecutado por la agencia Catholic Relief Services (CRS) y la Asociación de Cuencas del Golfo de Fonseca (Acugolfo).
El principal logro de la implementación de estas buenas prácticas agrícolas es el aumento en la producción de granos, principalmente en el rubro del maíz. También estas técnicas reducen los costos en fertilizantes y el deterioro de los suelos.
«Uno de los resultados ha sido motivar a los agricultores a que hagan una agricultura amigable con nuestro medioambiente, dejando el manejo de cobertura del suelo, la no quema, los árboles dispersos, el distanciamiento y la fertilización. Hemos venido con una agricultura en la que se sembraban cuatro o cinco granos por costura. Hoy, por lo menos, estamos utilizando un distanciamiento de 40 a 80 centímetros en el maíz y dos granos por costura, y fertilizando nuestro cultivo a los ocho días», expresó José Díaz, uno de los agricultores.
Para cumplir el objetivo, el proyecto seleccionó a agricultores de diferentes comunidades de los municipios, quienes recibieron capacitaciones de técnicos, y luego se convirtieron en promotores para inducir entre ocho y 10 productores más para poner en práctica las técnicas y las recomendaciones.
Según los agricultores, han cultivado áreas de manera tradicional, aplicando las buenas prácticas y los resultados los ha dejado sorprendidos.
Detallaron que en maíz una manzana de cultivo a la que se aplicó las técnicas y las recomendaciones está dando una producción de 30 a 35 quintales, mientras en otra solo se obtiene entre ocho y 10.
«La idea es continuar con la estrategia de extensión y la aplicación de conocimientos para mejorar su rendimiento y seguir aplicando las prácticas de conservación e incorporar a otros agricultores en esta estrategia», expresó Karla Lara, de CRS.