En su punto más álgido en abril, la reducción mundial de los viajes aéreos de este año llegó a ser 95 % menos que la reportada en 2019, según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
El cierre de aeropuertos fue este año una de las medidas principales implementadas por los gobiernos para contener los contagios de la COVID-19 que se extendían por todo el mundo desde enero.
Esta decisión, apoyada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), priorizaba la lucha contra una enfermedad desconocida hasta el momento, pero a su vez mantenía aviones y pasajeros en tierra en una paralización de la industria sin precedentes.
Fue así como, todos los rubros relacionados con el turismo recibieron el primer y mayor impacto, lo que en la industria aérea se refleja con una pérdida de $118,000 millones para el cierre del 2020 y una reducción de la demanda del 61 % en comparación al año pasado.
«Financieramente, 2020 será el peor año en la historia de la aviación. En promedio, todos los días de este año sumarán $230 millones a las pérdidas de la industria», comentó el director general y CEO de IATA, Alexandre de Juniac.
El ejecutivo asegura que, esto además significa una pérdida promedio de $37.54 por pasajero y ante tal panorama insiste en la intervención gubernamental en favor de la industria.
«Es por eso que, el alivio financiero del gobierno fue y sigue siendo crucial a medida que las aerolíneas se queman con efectivo», afirmó.
De los $118,000 millones en pérdidas, al menos $19,000 millones corresponden a la región latinoamericana, según un informe de la Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal), que además advierte sobre el riesgo en que se encuentran 5 millones de puestos laborales relacionados con esta industria.
Hasta antes del inicio de la pandemia el impulso del sector aeronáutico en América Latina y el Caribe mostraba tasas de crecimiento mensual del 5 %, estima la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA).
Pero para abril, mayo, junio y julio, el número de pasajeros transportados en el mercado de la región disminuyó un 90 %. Con una leve recuperación en junio y julio ya que Perú, Ecuador y algunos mercados del Caribe reiniciaron sus operaciones.
Con estos datos, Latinoamérica se suma a las proyecciones internacionales que prevén que el sector recuperará el empuje que mostraba en 2019 en unos cuatro o cinco años.
«Para 2025 podemos esperar que la demanda, medida en RPK (Pasajeros por Kilómetro Transportados, siglas en ingles), esté 10 % por debajo de nuestras predicciones previas»
Sin embargo, estas proyecciones fueron determinadas previo al nuevo cierre de aeropuertos que anunciaron algunos países luego de conocerse las alertas por la detección de una sepa de coronavirus en Reino Unido y Sudáfrica a mediados de diciembre.
Las entidades y aerolíneas, aún se encuentran analizando el nuevo panorama, pero un nuevo cierre por una nueva ola de COVID-19 o una variante de esta enfermedad como sonaba un temor desde hace algunos meses, así lo expresiva Alexandre de Juniac en octubre.
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«Siempre que no haya una segunda ola más dañina de COVID-19, lo peor del colapso en el tráfico probablemente haya quedado atrás. Una clave para la recuperación es la implementación universal de las medidas de reinicio acordadas a través de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para mantener seguros a los pasajeros y la tripulación», decía.
TRANSPORTE DE CARGA
La carga es el único punto brillante en complicado para panorama que deja el 2020 para el sector aéreo. En comparación con 2019, se espera que las toneladas totales de carga transportadas disminuyan entre 10.3 millones de toneladas a 51 millones de toneladas.
Sin embargo, se espera que una escasez severa en la capacidad de carga debido a la falta de disponibilidad de transporte de los aviones de pasajeros (aterrizados) aumente las tasas en un 30 % durante el año.
Los ingresos por carga alcanzarán un récord cercano de $110,000 millones en 2020, frente a $102,000 millones recaudados en 2019. Como parte de los ingresos de la industria, la carga contribuirá aproximadamente un 26 %, un aumento frente al 12 % en 2019.
«Alrededor del 10 % del PIB mundial proviene del turismo y gran parte de eso depende del transporte aéreo. Hacer que las personas vuelvan a volar de manera segura será un poderoso impulso económico»
Alexandre de Juniac, director general y CEO de IATA.