El Salvador está haciendo historia en diversos campos, empezando con los primeros tres años de haber vencido el sistema de políticos corruptos que venía repartiéndose el poder y que mantenía un pacto con las pandillas y otros grupos criminales.
Tras tres años de tener fuera a ARENA y al FMLN del poder, la situación de seguridad en el país es mucho mejor que durante esos 30 años que se convirtieron en una extensión del conflicto armado, que duró más de una década.
Por primera vez en la historia nacional, El Salvador vive días completos sin muertes violentas, gracias al Plan Control Territorial, implementado desde que el presidente Nayib Bukele tomó posesión del cargo.
Y, de forma más contundente, el régimen de excepción amplificó los resultados del Plan Control Territorial dando como resultado una drástica disminución no solo de los homicidios, sino también de otros delitos.
Pero tomando como referencia los homicidios, que son los utilizados en estudios internacionales para medir el nivel de violencia en una sociedad, entre el 27 de marzo y el 5 de mayo se redujeron un 54 % respecto al mismo período de 2021, que había cerrado ya como el año más seguro de la historia.
Ahora, mayo de 2022 superó a abril de 2022 como el mes con menos homicidios en 200 años de existencia de la República de El Salvador, lo cual nos da una dimensión de la magnitud de los logros obtenidos por el Gobierno del presidente Bukele.
Y no solo eso. También otros delitos han caído significativamente gracias a las medidas tomadas por las autoridades de seguridad pública, la PNC y el Ejército, durante el régimen de excepción.
Los robos de vehículos, por ejemplo, se han reducido 59 %. Cuando la categoría es más general, de robos, el porcentaje sube al 62 %. Incluso, uno de los crímenes que proliferaron en los gobiernos de ARENA-FMLN, el de personas desaparecidas, ha bajado en un 50 %.
El respaldo de estos buenos resultados es la cruzada por detener pandilleros, que ha logrado ejecutar más de 36,000 capturas, lo que ha sacado de las calles a los criminales que estaban detrás de estos asesinatos, robos, extorsiones y desapariciones de personas.
Encuestas nacionales, como la de la UCA, e internacionales, como el Barómetro de las Américas, de la Universidad Vanderbilt, revelan que la población ha dejado de ser víctima de los delitos. En la UCA, el porcentaje es de 95 %, y en el Barómetro, de 85 %, pero hay que aclarar que el estudio se llevó a cabo unas semanas antes que el de la UCA.
Los ciudadanos decentes y honrados respaldan el régimen de excepción porque ha logrado sacar de sus vidas el terror de las pandillas.