Los últimos dos años han sido difíciles para El Salvador y para el mundo por los estragos que ha dejado la pandemia por COVID-19. El impacto económico fue muy grande para la mayoría de los sectores productivos del país, en ese sentido, el Gobierno salvadoreño impulsó estrategias que buscaron garantizar la estabilidad financiera y seguridad social para todos los salvadoreños, muchas de ellas a través del Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal).
Alrededor de $1,161 millones han sido puestos a disposición en fideicomisos, créditos y fondos para distintos sectores, a través de Bandesal. Muchos de estos programas empezaron antes de la pandemia; no obstante, significaron un gran soporte para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
Un ejemplo fue el Fondo de Desarrollo Económico que del 1 de enero al 31 de diciembre de 2020 otorgó 248 créditos nuevos por un monto de $38.4 millones.
Este ofreció créditos directos a empresarios con énfasis en las mipyme, con la finalidad de promover el desarrollo de proyectos viables y rentables de los diferentes sectores productivos.
Aparte de ello, durante todo 2020, la institución financiera otorgó $188.2 millones a través de 9,093 créditos bajo la modalidad de segundo piso, con el apoyo de instituciones financieras elegibles como canalizadores.
También, con el Fondo Salvadoreño de Garantías, el Banco de Desarrollo brindó apoyó a los actores productivos con un total de $60.2 millones, correspondiente a 17,152 garantías.
En 2021, las apuestas para la reactivación económica continuaron. El 10 de agosto la Asamblea Legislativa acordó dar garantía soberana a los acuerdos entre Bandesal y dos instituciones financieras más, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el convenio de $40 millones con el BEI, el dinero fue dividido en $20 millones para mipymes, que se traduce en más financiamiento, y lo restante para proyectos de eficiencia energética.
Luego, con los $200 millones otorgados por el BID, el Gobierno lanzó el «Primer Programa de Acceso al Crédito para la Recuperación de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa», el cual plantea dos líneas de financiamiento, una para la recuperación económica de las mujeres emprendedoras y otra para las mipyme salvadoreñas.
Y a todos los proyectos en beneficio de los pequeños emprendedores, se suma un nuevo contrato por $35 millones con el Fondo Opep para el Desarrollo Internacional, con el cual el Gobierno pretende brindar créditos principalmente a sectores como agroindustria, manufactura, construcción, comercio, transporte, comunicaciones, servicios y alojamiento, a tasas nada despreciables de entre el 6 % y el 6.5 %.
Sin embargo, la apuesta más grande del Gobierno del presidente Nayib Bukele ha sido el Fideicomiso para la Recuperación Económica de las Empresas (Firempresa), el cual, desde su creación en octubre de 2020, ha ofrecido $600 millones en fondos frescos tanto en subsidios a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) y el sector informal, además de colocación de préstamos a tasas de interés desde el 3%.