El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reiteró ayer durante su primera conferencia de prensa que los únicos que no serán deportados por cruzar de forma irregular sus fronteras son los niños no acompañados, de los cuales el 70 % tiene entre 16 y 17 años.
«A las personas que vienen a la frontera se les está enviando de regreso a sus países. Son decenas de miles de jóvenes solteros de 18 años […]. A los únicos a los que no vamos a dejar solos son a los niños», insistió al ser cuestionado sobre el aumento de flujos migratorios este año.
El mandatario explicó que la mayoría de los niños que llegan a Estados Unidos llevan el número de teléfono de sus parientes en las pulseras o en los bolsillos, lo que facilita el contacto con sus familiares.
De acuerdo con Biden, Estados Unidos cuenta con un sistema de verificación para poner a salvo a los menores.
Señaló que en un período de 24 horas hacen las llamadas para rectificar que el contacto que portan es de un familiar y no de un traficante.
De confirmarse el parentesco, se fija una fecha para la reunificación familiar. En caso contrario, los menores son trasladados a un «albergue seguro», donde no deben permanecer más de 72 horas, según las leyes.
«Yo no puedo garantizar que puedo resolver todo, pero lo podemos hacer mejor», manifestó Biden.
Al ser cuestionado sobre tomar decisiones prematuras en revertir las políticas migratorias de su antecesor Donald Trump, el presidente descartó que lo haya hecho.
«Las políticas no frenaron los flujos migratorios y no hicieron más que separar a las familias», reiteró. «No me disculpo por eso, no eran políticas positivas», agregó el presidente.